El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) tiene las arcas bien alimentadas para resistir todavía la oleada de prestaciones y el fuerte incremento del gasto que le están suponiendo las peticiones de las empresas por la recesión económica.
Incluso, el Fogasa tiene capacidad para rebajar la cotización empresarial, con carácter coyuntural, del 0,20% al 0,10% "porque tiene más dinero del que precisa". Así se recoge en un informe del organismo, que depende del Ministerio de Trabajo e Inmigración, al que ha tenido acceso EXPANSIí“N.
í‰sta es la posibilidad que plantea el organismo, dado que "toda la sociedad está haciendo un gran esfuerzo para salir de la crisis y somos la institución por excelencia para colaborar a este fin", si esta decisión fuese el fruto del diálogo social. Es decir, de una negociación entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos.
El informe, titulado Los recursos financieros del Fogasa en esta crisis, observa que, a pesar de la rebaja a la mitad de su cotización a las empresas, y que dejaría de recaudar entre 275 y 300 millones de euros menos, no tendría ningún problema en pagar las prestaciones en 2010, porque todavía cuenta con unos excedentes invertidos en deuda pública de 3.544 millones de euros.
Recursos que proceden de los ingresos obtenidos durante el largo ciclo de crecimiento que tuvo la economía española entre 1994 y 2008. Tambiíén es verdad que hasta 2006, las empresas pagaban en las nóminas de los trabajadores el 0,40% del salario bruto.
En la reforma laboral de ese año, el Gobierno bajó la cotización al 0,20% para intentar contentar a los empresarios. Así pues, con esta reflexión interna, el Fogasa da la razón a la patronal CEOE cuando demanda que buena parte de los excedentes de la Seguridad Social, del Fogasa y de los Servicios Públicos de Empleo, cuando este último organismo tenía superávit, podrían haberse aprovechado para cubrir una rebaja de las cotizaciones sociales de las empresas -Ver EXPANSIí“N del lunes-.
Competitividad
Con esta modificación en los costes de las compañías, la confederación que preside Gerardo Díaz Ferrán estima que se podría mejorar la competitividad de las empresas españolas y la consiguiente creación de empleo.
Es más, el Fogasa sostiene que manteniendo el actual tipo de contribución de las empresas en el 0,20% y el nivel de prestaciones, en el segundo escenario previsto para 2010, la financiación de las crisis empresariales por concurso "estaría asegurada totalmente durante muchos años", incluso "con unos elevados excedentes invertidos en deuda pública".
El informe subraya que, aunque se tuvieran que invertir en prestaciones de trabajadores los 3.544 millones de euros de excedentes, "estaríamos dentro de la más absoluta normalidad, ya que ese es el fin con el que fueron invertidos prudentemente".
El Fogasa está preparado para resistir una "recuperación lenta".
El gasto en prestaciones crecerá este año un 125%
El Fogasa estima que el gasto en prestaciones a los trabajadores en empresas en concurso ascenderá este año a 900 millones de euros, lo que supone un 125% respecto a los 400 millones que se destinaron a este fin en 2008. No obstante, y de acuerdo con el organismo, 500 de los 900 millones los soportarán las cotizaciones de las empresas.
Del resto, 150 millones de euros saldrán del rendimiento de la inversión en pública, y otros 250 millones de euros del saldo disponible en el Banco de España. En los diez primeros meses del año, el organismo ha abonado a los trabajadores 653,8 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 83,15% respecto al mismo período de 2008. El número de personas beneficiadas en ese periodo fue de 137.653, con un incremento del 91,8%, según informó ayer CCOO.
El peligro de suprimir la contribución
Hoy por hoy, con los excedentes que tiene el Fondo de Garantía Salarial, sería hasta posible suprimir totalmente, y aunque fuese de forma coyuntural, la cotización de las empresas al Fogasa en la nómina de los trabajadores. Sería una rebaja total de los costes de las empresas equivalente a unos 600 millones de euros. Sin embargo, las fuentes de la Administración consultadas por EXPANSIí“N, señalan que eso tendría un riesgo para el futuro: "Sería muy difícil restaurarla", si hiciera falta por el presumible rechazo de las empresas.