Las autoridades fiscales brasileñas emitieron a finales de 2008 un auto de infracción contra Santander Brasil por un importe de 3.950,2 millones de reales (unos 1.200 millones de euros al cambio de entonces y 1.534 millones al cambio actual) relacionado con los impuestos pagados por el banco entre 2002 y 2004.