El pinchazo de la burbuja inmobiliaria española continúa. Buena muestra son los resultados de las grandes compañías del sector, antes colosos, ahora díébiles sombras empresariales en manos de la banca. Las cinco grandes (Metrovacesa, Colonial, Martinsa Fadesa, Reyal Urbis y Vallehermoso) acumulan cerca de 1.993 millones de euros en píérdidas en su cuenta de resultados de enero a septiembre.
El parón de la actividad tiene la mayor parte de la culpa de este ríécord de píérdidas. Según los últimos datos disponibles del INE, la venta de viviendas cae a ritmos interanuales del 17% y ronda el 40% de descenso en los dos últimos ejercicios. Fuentes del sector señalan que, en realidad, la caída de transacciones comenzó en 2006 cuando los niveles de preventas -compromiso de compra a dos años en los que se ha despositado la reserva- en vivienda nueva comenzaron a resentirse.
Casi tres años despuíés, la ruptura de los contratos de compra previa han ido ahogando poco a poco la actividad de la intermediación inmobiliaria.
Se trata de un golpe en la línea de flotación del negocio de las inmobiliarias, que soportaban altísimos niveles de deuda que iban repagando con la venta de suelo, pisos y la revalorización de activos. Pero el cambio de dirección en los precios inmobiliarios ha terminado dando marcha atrás a esta particular rueda de la fortuna. Cerrado el tercer trimestre de 2009, el saldo de números rojos de las principales compañías del sector se ha desbocado.
Metrovacesa, controlada por la seis mayores entidades financieras con un 12% cada una (Santander, BBVA, Banesto, Popular, Sabadell, Caja Madrid y La Caixa) perdió 788 millones, 19 veces más que en el mismo periodo de 2008. La caída en su cifra de ventas, del 50%, y la depreciación del valor de sus activos, otros 500 millones, contribuyeron al ríécord de píérdidas en lo que va de ejercicio.
Colonial, por su parte, ha logrado frenar las vías de agua despuíés de que en 2008 registrase píérdidas históricas de 3.980 millones de euros. Pero en el marco de su proceso de reestructuración de deuda y desinversión de activos (FCC, SFL, Plenilunio), la segunda inmobiliaria, participada de nuevo por Banco Popular (9,1%), La Caixa (5,4%) y con un 3,3% por Caixa Galicia, ha recortado sus números rojos hasta los 369 millones entre enero y septiembre.
Caso aparte es la situación de Martinsa Fadesa, que suspendió pagos a finales del pasado año y sigue bajo la protección de la administración concursal. Sin embargo, la inmobiliaria que preside Fernando Martín y Antonio Martín Criado, comunicó a la CNMV que en los nueve primeros meses del año perdió 565 millones, un 75% menos que en el mismo periodo de 2008, aunque la compañía reformuló sus estados financieros meses despuíés.
En cuarto y quinto lugar del ránking aparecen dos empresas que todavía están bajo el control de sus dueños. Se trata de Vallehermoso, bajo el cobijo del hólding constructor Sacyr, que aportó 150 millones de euros en píérdidas hasta septiembre para su matriz, que a su vez registró un beneficio neto de 461 millones de euros como consecuencia de la venta extraordinaria de su filial Itinere. Sin esta transacción, las perdidas hubieran superado los 600 millones, un 25% de la inmobiliaria.
Y por último aparece Reyal Urbis, la empresa de entre las grandes que menos ajuste ha sufrido. Controlada en lado accionista por la familia Santamaría y en la sombra de los acreedores por Banesto y, en última instancia, Grupo Santander, su reestructuración ha sido menos dramática. La compañía perdió 121 millones de euros, que tambiíén suponen una caída del 68% respecto a 2008 y se encuentra negociando con la banca la renegociación de una deuda de 4.800 millones que pese sobre una losa sobre sus resultados