Sólo queda descontar las compras de Navidad
Publicado en Expansión por Carmen Ramos
Las bolsas ya han descontado la futura recuperación de la economía y unos resultados empresariales mejores de lo previsto, de manera que, de aquí a final de año, quedan pocos datos a los que aferrarse.
De momento las referencias económicas siguen constatando que las ayudas gubernamentales están logrando animar la actividad empresarial, con lo que van mejorando los indicadores adelantados y los mercados de materias primas, pero el consumo, que a fin de cuentas es la base del crecimiento, no se anima. En tanto no se dejen de destruir puestos de trabajo seguirá aumentando el ahorro y será difícil que repunte la confianza de los consumidores y el gasto.
Sin embargo, no se puede descartar que este año, en la campaña de Navidad, que en Estados Unidos comienza el próximo viernes, al día siguiente de la fiesta de Acción de Gracias, los norteamericanos se echen la manta a la cabeza y se den un capricho. Probablemente es la única baza que, a estas alturas, puede jugar a favor de los mercados bursátiles.
Es innegable que la situación actual es mejor que la de hace doce meses. No podemos olvidar que hace un año la crisis financiera estaba en su punto más álgido y se llegó a plantear el cierre de los mercados y la viabilidad del sistema capitalista. Tambiíén hay que tener en cuenta que la recuperación de las bolsas tiene que haber dado alegrías a muchas familias y, sobre todo, que ahora se ve la luz al final del túnel y, hace un año, no se veía ni el túnel.
Al margen de esta pincelada de optimismo, y como comentamos la pasada semana, creemos que las autoridades monetarias, y la propia Administración Obama, están azuzando y frenando a los mercados bursátiles para que los índices no pierdan lo ganado, pero no se desmadren.
Esta semana, y ante los nuevos máximos alcanzados por los índices, Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, volvió a recordar que los tipos de interíés permanecerán bajos durante un prolongado periodo de tiempo, ya que la economía, y sobre todo el mercado laboral, tardará en consolidar sus incipientes mejoras. Por tanto, y aunque las compras navideñas nos den alguna alegría, hay que asumir que, en lo que resta de año, los índices bursátiles ya no irán muy lejos.