La Oficina del Gabinete en su informe económico mensual, admitió hoy, por primera vez desde 2006, que la economía japonesa del país se ve afectada por la deflación, un fenómeno que hace caer los precios al consumo y daña a las industrias locales.
El Indice de Precios al Consumo (IPC) se contrajo 2.3 por ciento interanual en septiembre, el síéptimo mes consecutivo de caída de los precios.
'La evolución reciente de los precios muestra que la economía japonesa se encuentra en una fase de deflación moderada', dijo.
La deflación, que los especialistas aseguran que continuará durante al menos un año, se debe a la capacidad de producción excedentaria de las empresas, que se ven obligadas a bajar los precios para estimular el consumo.
Tokio advirtió que la deflación supone un nuevo riesgo para la economía, que apenas acaba de salir de la peor recesión desde el fin de la Segunda Guerra Mundial a causa de la crisis.
Señaló que puede tener un impacto negativo en el empleo, uno de los sectores donde es más patente el impacto de la crisis en Japón.
Durante la díécada de 1997 a 2006, la segunda economía mundial ya sufrió este fenómeno como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria y bursátil.
El gobierno pidió al Banco de Japón que monitoree de cerca la situación y le instó a tomar las medidas necesarias.
La institución anunció este viernes que mantiene los tipos de interíés a los niveles actuales (0.1 por ciento) para seguir estimulando el crecimiento.
Estimó que la economía sigue dando signos de recuperación, pero advirtió que las bases para el crecimiento no son sólidas.
Japón creció 4.8 por ciento en el segundo trimestre del año fiscal en vigor (abril 2009-marzo 2010), una cifra que no registraba desde 2007. (Con información de Finsat/MVC)