By... Josíé A. ``Tony'' Ruano
Quienes viven de la estafa están siempre al acecho. Aún mientras duermen sueñan con una nueva forma de timar a los incautos.
Piense que la estafa no es un acto fortuito, ni una respuesta irracional e incivilizada a ciertas circunstancias en las que, aún injustificadamente, medie el impulso de realizar un acto ilegal para salir airoso de un trance. La estafa es una acción puramente intelectual. Es un hecho premeditado y alevoso mediante el cual el ejecutor de la misma se ensaña en sus víctimas sin que medien escrúpulos, consideraciones ni miramientos que los detengan en la realización de sus actos.
Los estafadores son parte del crimen organizado, puesto que para poder realizar sus actividades, tienen la necesidad de organizarse y crear pantallas legales que les permitan confundir a sus víctimas. No es poco frecuente encontrar en sus redes a profesionales de todo tipo; pero preferentemente abogados, contadores y especialistas en finanzas. Es por ello que se hace tan necesario asegurarse, por vías independientes, de la moralidad, integridad, capacidad, legalidad y solidez de quienes nos propongan participar con ellos en un negocio.
En días pasados, durante un almuerzo informal con un amigo abogado, supe de la triste historia de una pareja que perdió los ahorros de toda su vida, por confiados e incautos.
Según la historia que hasta mí llega, un amigo de la familia les refirió la buena nueva de que había un grupo de empresarios en busca de inversores para un proyecto infalible y que la aceptación de nuevos miembros era limitada.
Llenos de entusiasmo, la pareja se reunió de inmediato con los empresarios quienes les propusieron comprar acciones de una empresa de compra de inmuebles a precio de descuento, para repararlos, alquilarlos y posteriormente revenderlos con jugosas ganancias. Así mismo se procedería con terrenos, comprados a precio de oferta, para luego fabricar en ellos y vender las nuevas propiedades.
Para asegurarles la realización de las operaciones diarias, les enseñaron el organigrama de la empresa, el cual mostraba una sólida red de profesionales, empleados y trabajadores, comprometidos todos a echar adelante el proyecto.
La pareja contaba con ahorros obtenidos por la venta de unos terrenos, en la íépoca del boom inmobiliario, por lo que no dudaron y compraron, de inmediato, acciones de la empresa.
Con el transcurso del tiempo han comprendido que fueron víctimas de un timo. Que aunque la empresa era legal, sus acciones no habían producido ni producirían dividendos y que todo se había ido en gastos, bonos y sueldos para directores y empleados de la misma.
Al reclamar sus derechos fueron informados de que, por ley, los socios minoritarios de toda empresa (aquellos que poseen menos del 51% del total de acciones), carecen de voz, voto y poder de decisión y tiene que acatar la voluntad de los socios mayoritarios de la misma. La lección les costó $500,000.
Cuando se trate de negocios:
a) No sucumba a los impulsos.
b) No ceda ante las presiones de venta.
c) Busque alternativas.
d) Antes de contraer obligaciones financieras, consulte siempre con un abogado y un contador de su confianza.