Teresa Neumann nació en Alemania, 8 de abril de 1898 y murió en el mismo lugar, 18 de septiembre de 1962, fue hija primogíénita de un sastre, al crecer trabajaba de criada en una granja, tubo una vida difícil a consecuencias de varias caídas se quedó paralizada y desde 1919 ciega.
En 1923, el día de la beatificación de Teresa de Lisieux, recupero la vista, en 1925, el día de la canonización de esta, se recupero de la paraplejía que tenia de años. En 1926 se empezaron a mostrar los estigmas de Cristo crucificado y se cuenta que lloro lágrimas de sangre, siendo la primera mujer estigmatizada del siglo XX.
Vivió 36 años alimentándose exclusivamente de la hostia consagrada que comulgaba todos los días a las seis de la mañana. Y no estaba escuálida, sino en su peso normal, 60.
No defecaba ni orinaba: sus únicas excreciones eran el sudor y... la sangre que manaba de los estigmas, que íésa es otra historia.
Cuando en 1939 estalló la II Guerra Mundial, la burocracia del Tercer Reich impuso a la población un racionamiento que acabaría durando hasta finales de 1947.
A partir de aquel momento, todos los alemanes tuvieron que adaptar el ritmo de sus vidas a una cartilla anual... excepto una persona: Teresa Neumann, a quien le fue retirada la cartilla inmediatamente por las autoridades nazis ante la evidencia de que ni bebía ni comía. Sí obtuvo en cambio la asignación de doble ración de jabón, dada la cantidad de ropa ensangrentada que había que lavar tras todos los días.