As | 09/12/2009
El escándalo en el seno de la selección rusa es mayúsculo. Despuíés de no haberse clasificado para el Mundial de Suráfrica ahora se ha descubierto que los jugadores acostumbraban a pasar las noches previas a los partidos en fiestas con alcohol, mujeres y tabaco.
Una investigación de la televisión gubernamental rusa revela que algunos de los jugadores más importantes de la selección rusa celebraron una fiesta hasta altas horas de la madrugada el día antes del partido de ida de la repesca ante Eslovenia (Rusia ganó 2-1, pero fue eliminada en el partido de vuelta). Según esa información, los futbolistas seguían bebiendo cerveza y fumando a las cuatro de la mañana en un selecto local moscovita, Tverskaya Street. Trabajadores del establecimiento así lo han corroborado: "Yo les preparíé las pipas. Hay que estar loco para fumar de esa manera antes de un partido, así que les dije que no iba a darles más. Ellos siguieron bebiendo y jugando a las cartas". La información dice que lo mismo ocurrió antes del partido de clasificación frente a Alemania.
El capitán, Arshavin, niega las acusaciones: "Esto es pura basura. Nadie bebe o fuma".