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Autor Tema: El dólar dará problemas  (Leído 457 veces)

anna

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El dólar dará problemas
« en: Diciembre 14, 2009, 08:55:41 am »
El dólar dará problemas

por Jose Luis de Haro

A punto de despedir el 2009, y con la resaca de la crisis todaví­a presente, elEconomista reúne a Jim Rogers y Marc Faber para esbozar un borrador de lo que se avecina. Rogers, co-fundador del Quantum Fund con George Soros en 1970, no se muerde la lengua e incluso asegura que la Reserva Federal estadounidense (Fed) está haciendo "miserable" la vida de los estadounidenses y llega a mostrarse a favor de "auditarla" para más tarde "abolirla".

Faber tampoco hace amigos. Meses atrás aseguró que el modelo al que se dirige Estados Unidos es más parecido al de Zimbabue que al de la Alemania de Weismar. Ahora se atreve incluso a predecir una guerra con la que distraer a los ciudadanos del patinazo que volverá a dar la economí­a de EEUU en 2010.

¿Cuáles son sus perspectivas para los mercados norteamericanos en 2010?

Faber: Tras el descomunal rally que hemos vivido desde el pasado marzo hasta ahora, está claro que no vamos a seguir subiendo al mismo ritmo. No creo que vayamos a subir más de un 10 o un 15% al comienzo. En algún momento vamos a vivir una corrección. El S&P 500 podrí­a moverse entre los 800 y los 1.250 puntos. Quizás otra crisis se cierne sobre nosotros porque el sistema no se ha depurado completamente. Los planes de estí­mulos sólo han beneficiado a los bancos, al sector financiero, etc... pero realmente la gente de la calle sigue igual. Pienso que en seis meses la economí­a volverá a defraudar. El problema es que para entonces la FED imprimirá más dinero y eso no ayudará en nada. Entonces la gente volverá a enfadarse y culpará al sistema financiero y para distraer la atención EEUU comenzará alguna guerra. Este panorama podrí­a desarrollarse a lo largo de los próximos tres o cuatro años.

Rogers: Creo que habrá un gran problema el año que viene en los mercados estadounidenses. Los mercados han estado subiendo de forma inconsiderable durante los últimos diez meses con lo que es evidente que algo tendrá que suceder y hemos abonado el terreno para ello. Por supuesto tampoco hay que pasar por alto las divisas, en algún momento del año el dólar provocará una crisis o semicrisis. Bajo estas circunstancias y resumiendo, el año tendrá sus altibajos para los inversores convencionales.

Quizás fuera de Estados Unidos haya oportunidades interesantes, ¿quíé perspectivas tienen para los mercados emergentes?

Faber: Me siguen atrayendo bastante, sin embargo, el tiempo es clave porque en estos mercados tambiíén se producirá una importante corrección. En las próximas semanas venderí­a acciones en EEUU y durante la corrección aprovecharí­a para comprar en Asia. Durante el próximo año la selección de stocks será decisiva, ya que aunque los mercados en general no generen negocio, determinadas acciones sí­ podrí­an aportar grandes beneficios.

Rogers: Honestamente en estos momentos no compro acciones en ninguna parte del mundo porque han subido tanto durante los últimos meses y no tengo muy claro que sucederá con la economí­a mundial el año que viene. Quizás la salud económica del planeta sea algo mejor que la actual, al menos a comienzos de 2010, aún así­ el único sector donde puedo asegurar que los fundamentos han mejorado es en las commodities. Al fin y al cabo, si la economí­a sube, las commodities se dispararán y si la economí­a continúa como está, tambiíén permanecerán fuertes ya que los bancos centrales seguirán imprimiendo dinero y eso mantendrá los precios fuertes. Por esta sencilla razón es por lo que apuesto por las commodities y no por acciones.

Hablando de commodities, ¿quíé sectores recomiendan?

Faber: Especialmente activos relacionados con recursos. Esencialmente comprarí­a compañí­as mineras. Tambiíén las commodities que no han subido demasiado últimamente como los granos agrí­colas, que son muy baratos desde un punto de vista real, es decir, inversiones agrí­colas fundamentalmente. En general, cualquier compañí­a relacionada con agricultura.

Rogers: Particularmente agricultura antes que cualquier otro porque los precios todaví­a siguen bastante bajos. Sin embargo, otros productos como la plata, el platino o el gas natural tambiíén son interesantes porque sus precios han caí­do bastante. Seguramente estos son los sectores en los que encontrar las mejores oportunidades.

Algunos pesimistas, como Nouriel Roubini, advierten sobre una posible búrbuja relaciona con el oro. ¿Creen que es así­?

Faber: Todos los dí­as me pregunto si el oro es caro o no. Finalmente he llegado a la conclusión de que no creo que el oro sea tan caro considerando la impresión de moneda que se está llevando a cabo en los paí­ses de todo el mundo. Creo que a partir de ahora la zona de soporte o el mí­nimo para la onza de oro no bajará de los 1.000 dólares. Los bancos centrales son todos iguales, son impresores de dinero, me atreverí­a a decir que el oro es incluso más barato hoy que en 2001 dados los tipos de interíés.

Rogers: En primer lugar me gustarí­a aclarar que no presto ninguna atención a Nouriel Roubini, ya que no acierta con sus predicciones. Quizás tuvo un golpe de suerte al adelantar la catarsis de los mercados pero, sin embargo, soy consciente que durante la crisis, sus inversiones en stocks permanecieron vigentes y al final tuvo que venderlas en el momento más bajo, eso demuestra que sus profecí­as no tienen fundamento. Hace poco estuve en una conferencia con 300 gestores de fondos más sofisticados del mundo y el 76% no estaba invertido en oro ni nunca antes habí­a comprado oro. Yo tampoco. No síé cómo puede haber gente que dice que hay una burbuja cuando nadie está invirtiendo. No hay ninguna burbuja, simplemente el precio ha subido. Yo, de momento, no pienso comprar. Que el precio de algo sea alto no quiere decir que haya una burbuja.

Algunos apuntan que la onza de oro alcanzará los 2.000 dólares en la próxima díécada, ¿es un precio desproporcionado?

Faber: ¿Subirá hasta los 2.000 dólares, los 200.000 o los 2 billones?, no lo síé. Lo que sí­ síé es que si se continúa imprimiendo dinero, el precio seguirá subiendo a lo largo del tiempo, especialmente en productos donde no se puede aumentar la demanda, y la demanda de los metales preciosos es muy limitada.

Rogers: Eso no es más que un 65% en los próximos diez años. Si algo sólo sube un 65% en todo ese tiempo no es tan rentable. Lo que sí­ veremos es que la crisis del dólar llevará a inyectar más dinero en el sistema, lo que provocará que los precios del oro sigan subiendo porque hay gente que piensa que invertir en oro es algo seguro y se equivocan. En estos momentos no hay demasiadas nuevas minas de oro por lo que la oferta no crece y la única gran fuente de oro son los bancos centrales. Sin embargo, los bancos centrales, en lugar de seguir ofertando, se han decantado por comprar.

Dadas las circunstancias, ¿cree que invertir en minas es una forma de aprovecharse de la subida en el precio del oro?

Rogers: Por supuesto. Si conoce una compañí­a que vaya a encontrar una nueva mina con oro hay que comprar, sin duda, y de paso llámeme a mí­ antes (risas). Hay cientos de compañí­as mineras relacionadas con el oro en todo el mundo aunque yo prefiero hacerme eco de la definición de Mark Twain sobre las minas de oro. Twain las definió como un agujero en suelo con un mentiroso gritando "¡oro!". Por esta misma razón mucha gente ha estado perdiendo dinero durante el último siglo en oro. Por supuesto, si das en el clavo y encuentras la correcta vas a conseguir mucho más dinero que inviertiendo en oro.

En cuanto al dólar, ¿quíé impresión tienen?

Faber: El dólar está sufriendo mucho debido al gran pesimismo que se está ejerciendo sobre íél. Todo el mundo ha mostrado algún tipo de oposición. Fundamentalmente estoy de acuerdo, el dólar se irá debilitando más y más con el tiempo, pero a dí­a de hoy si miramos al euro, al franco suizo o al yen, todos estos paí­ses tienen monedas en el lado fuerte de la balanza si los comparamos con Estados Unidos. Pienso en los próximos tres meses o así­, el dólar podrí­a sufrir un rally alcista.

Rogers: El dólar estadounidense es una divista terrible en la que confiar. Yo, de hecho, no cuento con mucho dinero invertido en íél. La corriente pesimista, entre los que me incluyo, no vemos un rally de dicha moneda a medio plazo. Si sucede no dejará de ser más que una mera subida momentánea y espero ser lo suficientemente listo para vender lo que tengo. A lo mejor cuando volvamos a hablar ya no tengo ningún dólar. En estos momentos apuesto más por otras divisas.