Cuando hay en juego 500 millones de euros (710 millones de dólares) en un concurso, la tensión se nota entre los participantes. Este es el caso del proceso abierto para la construcción y explotación de la mayor planta de tratamiento de aguas residuales del mundo, que se levantará en un estado de Míéxico.
En este concurso hay dos grandes jugadores. Por un lado, un grupo de empresas lideradas por el magnate mexicano Carlos Slim, a travíés de su constructora Ideal, y, por otro lado, un consorcio encabezado por la firma española OHL (OHL.MCOHL
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Slim presiona en Míéxico para ganar a OHL la mayor depuradora del mundo
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Ante este jugoso contrato, Slim no ha perdido el tiempo y ha sacado sus armas para presionar a las autoridades mexicanas con el objetivo de que su grupo sea el ganador del proyecto, informaron a este diario fuentes del sector. Y es que su propuesta económica no parte como favorita. El grupo de OHL elevó una oferta de 418 millones de euros (7.825 millones de pesos), mientras que la propuesta del consorcio de Slim ascendía a 436 millones de euros (8.146 millones de pesos). Los números hablan por sí solos.
Retrasos en la adjudicación
Las presiones ejercidas por el magnate mexicano han obligado a retrasar la adjudicación definitiva del contrato que estaba prevista para el pasado viernes 11 de diciembre. La nueva fecha que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha fijado para conocer el ganador es el viernes 18 de diciembre, informaron las mismas fuentes.
No obstante, tanto un plazo como otro supone un retraso respecto al periodo que se fijó en las bases del concurso. Según los documentos de la licitación publicados por Conagua, el horizonte de la adjudicación del proyecto se estableció para finales del mes de octubre a "la empresa que presente la mejor propuesta tíécnica solvente, además de la menor propuesta del pago por tratamiento".
La planta se construirá en Atotonilco, en el Estado de Hidalgo, y permitirá el saneamiento del 60% de las aguas residuales que se generan en la zona metropolitana del Valle de Míéxico, cuyo promedio es de 40 metros cúbicos por segundo. Esta cifra supone que cerca de 700.000 personas se beneficiarán de este proyecto. El límite que se estableció para su entrada en funcionamiento es estableció en el primer semestre de 2012.
El contrato contempla tres años de construcción y 22 años de explotación de la planta. Uno de los principales escollos podría ser la financiación de esta infraestructura, si se tiene en cuenta que es difícil conseguir liquidez en la actual crisis económica mundial. Para aliviar ese problema, las autoridades mexicanas financiarán una parte del proyecto y el resto del dinero deberá aportarlo el operador privado. En concreto, el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) pondrá de su bolsillo el 49% de la inversión, mientras que el 51% procederá del ganador de este contrato.
Esperar al 18 de diciembre
Como en todo concurso, los participantes han tenido que pasar una selección. Y es que las autoridades mexicanas pedían, por un lado, que los jugadores tuvieran un capital contable de 53 millones de euros (1.000 millones de pesos), y, por otro lado, demostraran su experiencia en el diseño y construcción de tres plantas de aguas residuales municipales como mínimo.
La construcción de esta depuradora no es un proyecto aislado, sino que va acompañado de otras actuaciones. El gestor de agua mexicano licitará otras cinco plantas más de tratamiento en el Estado de Míéxico con el fin de sanear todas las aguas de la zona metropolitana del Valle de Míéxico.
Habrá que esperar hasta el próximo 18 de diciembre, fecha en la que tambiíén OHL cierra su ampliación de capital de casi 200 millones de euros con un descuento respecto al valor de mercado.