Los alcaldes suben en tromba el IBI y crean tasas para evitar la quiebra
Publicado en Expansión por J. M. Lamet
Toca arriar velas para gobernar la tormenta económica. Y que reme más el contribuyente. En los últimos años, las entidades locales han ido acaparando competencias impropias, "con el consiguiente incremento del gasto".
A la vez, la crisis ha recortado drásticamente los ingresos, sobre todo por el ocaso del sector inmobiliario. "La reacción ante estos problemas, en general, consiste en subir el IBI y en crear nuevas tasas", afirma el último estudio del Registro de Economistas Asesores Fiscales, Panorama de la fiscalidad local.
El peso recae, por tanto, sobre los hombros de los convecinos, que no sólo pagan más IBI, sino que ven cómo la referencia del valor al que íéste se aplica "el catastral" aumenta tambiíén. Doble subida. Algunos municipios, como Pamplona, Castellón y Palma de Mallorca, han subido el tipo del IBI más de un 5% en el último año.
No en vano, el IBI es la mayor fuente de financiación de las corporaciones locales, según el REAF. Un tercio del total de ingresos de los ayuntamientos, y casi la mitad de los ingresos impositivos, procede de la recaudación por dicho impuesto.
Y, por si fuera poco, el REAF ha observado que comienzan a salir tasas de debajo de las piedras en localidades que antes no las soportaban. Por ejemplo, las que gravan las guarderías rurales, el alcantarillado, o las políémicas tasas de urbanización o de reparcelación en los planes parciales de ordenación urbana (algo no legal). Tambiíén suben hasta el "tope legal" otras, como las que gravan la basura o la retirada de vehículos al depósito, o la que se abona por extinción de incendios