Por... JEANNINE AVERSA
Enfocada en mantener la recuperación en marcha y en abatir el desempleo de dos guarismos, la Reserva Federal se aprestaba el miíércoles a dejar invariables sus tasas de interíés en un mínimo ríécord.
El presidente de la FED, Ben Bernanke, y sus colegas reanudaron el miíércoles su reunión a puerta cerrada de dos días.
Al final de su sesión la tarde del miíércoles, el banco central estadounidense probablemente ofrezca una perspectiva optimista sobre los avances que está haciendo la economía, pero tambiíén advertirá que íéste no es el momento para ser complaciente frente a los riesgos.
Aumentan las señales que la economía está mejorando. Los consumidores y los negocios están gastando de nuevo. El mercado de vivienda se está estabilizando. La producción industrial está creciendo y los despidos se están moderando.
Empero, todavía hay mucha incertidumbre sobre cómo se comportará la recuperación el año próximo despuíés de que el estímulo gubernamental empiece a marchitarse. Los príéstamos tambiíén son difíciles de conseguir todavía para muchas personas y negocios, una fuerza que limita un repunte económico eníérgico.
Frente a ese telón, la Reserva Federal casi seguramente mantendrá el rango de su tasa interbancaria entre cero y 0,25%, el mismo sitio en el que se ha mantenido desde diciembre del año pasado.
Tambiíén es probable que la Reserva Federal estadounidense cumpla su promesa hecha en marzo de mantener las tasas en tales niveles durante "un período prolongado".
En respuesta, es muy probable que los bancos mercantiles mantengan su tasa básica de príéstamo -que sirve de base para fijar los intereses para críéditos hipotecarios, ciertas tarjetas de críédito y otros príéstamos al consumidor- en 3,25% aproximadamente, su punto más bajo en díécadas.