Malo no, peor: la economía española bate las peores previsiones de 2009
Estefanía Fonseca
Invertia.com
La economía española ha superado con creces todos los pronósticos negativos que se estimaban para ella en 2009. Díéficit por encima del 5%; tasa de paro del 18%, frente a previsiones del 13,5%; contracción del PIB del 4%, frente al -1,7% esperado…Todas las variables han acentuado su deterioro en un año que los expertos calificaron como el más difícil para el país en díécadas. Así se veía el 2009 hace un año.
A falta de quince días para que finalice el año, todas las estadísticas apuntan a que la economía española se superará a sí misma en lo que a record negativos se refiere. En tíérminos de PIB, el consenso del mercado vaticinaba que la recesión nacional alcanzase como máximo una contracción del 1,7%. Sin embargo, la realidad ha superado cualquier estimación y la locomotora española ha registrado una caída interanual del 4% en el tercer trimestre del año (-1,2% en tasa anualizada).
Larga y profunda, fueron los dos calificativos de los que se sirvió UBS para definir la recesión española hace ahora un año. Según sus previsiones de 2009, el crecimiento estimado del PIB para dicho año era del -1,6%, frente al -3,7% que han fijado en sus últimas estimaciones.
En tíérminos generales, el consenso de analistas preveía que el PIB moderase su caída a partir del segundo trimestre de 2009, fecha a partir de la cual la contracción tocaría “fondo†y la economía comenzaría a repuntar. Nada más lejos de la realidad.
“Tras seis trimestres de caídas intertrimestrales del PIB, se puede decir que una parte muy importante del ajuste económico ya se ha completado, lo cual no significa que se vaya a iniciar pronto una nueva fase expansivaâ€, matizan desde el departamento de Coyuntura de Funcas.
“La situación económica ha sido bastante peor de lo que barajábamos en un principio. Nuestras perspectivas iniciales eran más optimistasâ€, reconoce Estefanía Ponte, directora del departamento de Economía y Estrategia de BNP Paribas-Fortis. Por otro lado, Ponte tilda de “demoledor†el impacto que ha provocado la crisis financiera en el deterioro de las cuentas públicas.
En los diez primeros meses del año, el díéficit del Estado español se ha multiplicado por siete respecto al mismo período de 2008 hasta los 59.310 millones de euros, el 5,63% del PIB. Esta tasa ha superado el rango más alto fijado por los expertos que adelantaron que esta cifra se movería en torno al 4 ó 5% del PIB.
El desbordamiento del díéficit y las estimaciones de bajo crecimiento económico motivaron que la agencia de calificación S&P rebajase la semana pasada a “negativa†la perspectiva de la deuda española. Tambiíén Moody´s ha puesto de relieve el lastre que suponen los números rojos de las arcas públicas al situar a España a la cabeza de su índice de miseria. Un indicador que se centran en el díéficit fiscal y la tasa de paro.
Precisamente, el desempleo ha desbancado al resto de variables en esta particular lista de datos desfavorables. A cierre del tercer trimestre, la tasa de paro en España roza el 18%. Las estimaciones menos pesimistas esperaban el año pasado que esta cifra alcanzase al menos el 13,5%.
“La crisis ha llegado con una fuerza, ímpetu, intensidad y rapidez que no se esperabanâ€, recalcan los expertos de Funcas. Desde la fundación de las cajas indican que a lo largo de este ejercicio se han visto obligados a revisar una y otra vez, sus previsiones sobre la economía española a la baja.
Respecto a la inflación, los analistas esperaban que íésta rozase crecimientos negativos durante algunos meses de 2009 para cerrar el año en el 1%. La convulsión de los precios tambiíén se ha prolongado más de lo previsto. En concreto, encadenó ocho meses consecutivos en rojo hasta noviembre cuando repuntó cinco díécimas hasta el 0,3%.
MíS PUNTERíA EN EL LADRILLO
Sólo la tasa de morosidad ha logrado mantenerse, de momento, por debajo de las expectativas que auguraban cifras de entre el 6-7%. Según los datos del Banco de España, la morosidad de los críéditos concedidos por las entidades a particulares y empresas se colocó en septiembre en el 4,85%, una de las tasas más altas de los últimos trece años.
Más aciertos ha acumulado el sector inmobiliario. Derrumbe de la compraventa de viviendas, incremento del stock, parón de la actividad, etc. Los analistas advierten de que la actividad de sector continuará paralizada hasta que el stock se absorba. “Parece que la demanda de vivienda ha tocado fondo, pero es aún muy díébil, y el críédito está estancado, por lo que el proceso puede durar algunos añosâ€, expone el servicio de estudios de las cajas.