Dos millonarios chinos fueron condenados a muerte en sendos juicios celebrados en el país, uno de ellos por asesinato y otro por fraude, informó la prensa oficial china.
En uno de los casos, el empresario Wang Wenxiang, de 47 años, fue sentenciado a la pena capital por los tribunales de su provincia, Heilongjiang (noreste) por ordenar el asesinato de un antiguo socio.
Wang, que tambiíén ocupaba puestos políticos en la provincia, pagó por el asesinato a su secretario y a un inmigrante (Yu Yi), que tambiíén fueron condenados a muerte en la sentencia dictada el viernes.
En el caso de Yu la sentencia fue suspendida por dos años, por lo que podría ser conmutada en cadena perpetua si el reo muestra buena conducta.
La víctima, Zhong Yishi, mantenía una tensa relación con Wang desde hacía cinco años, cuando un negocio de construcción entre ambos terminó en los tribunales.
Zhong fue secuestrado en un garaje, estrangulado y su cuerpo fue quemado y enterrado en un horno de ladrillos en desuso.
En el segundo juicio, celebrado en la provincia oriental china de Zhejiang, la empresaria china Wu Ying, de 28 años, fue condenada a muerte tambiíén el viernes, por defraudar 56 millones de dólares.
Wu, antigua dueña de la empresa Bense Holding Group, recaudó esa cantidad prometiendo a inversores grandes beneficios, aunque en realidad usó el dinero en gastos personales y el pago de príéstamos.
La mujer comenzó su actividad en 1997, abriendo un salón de belleza, y ya en 2006 se había convertido en una famosa empresaria en el país, que gestionaba desde grandes almacenes a cibercafíés, negocios de venta de coches o tintorerías.