Por... MARTHA BRANNIGAN
Si a usted le gusta trabajar en investigación geníética, cada vez hay más oportunidades.
El Instituto de Genómica John P. Hussman de la Universidad de Miami (UM), que se inauguró en enero del 2007 con unos 40 empleados, ya tiene 200 y ahora busca tíécnicos de laboratorio y trabajadores clínicos.
"Siempre tenemos empleos'' dice Marc Royster, director de Recursos Humanos de la Facultad Miller de Medicina de UM. "Siempre estamos creciendo porque recibimos más subsidios y ampliamos nuestros estudios''.
Las plazas de investigación, que requieren al menos una licenciatura, pagan entre $30,000 y $40,000, dice Royster, e incluyen seguro míédico y un plan de retiro. El sueldo de los investigadores con más experiencia es de unos $50,000.
"Este sector tiene más futuro que otros'', dice Anat Aviram, de 24 años, que empezó a trabajar en Hussman en julio como investigadora de genotipos. Aviram tiene una maestría en Ingeniería Biomíédica de la Universidad de la Florida en diciembre del 2008.
La demanda de personal, incluso en medio de la peor crisis de desempleo en varias díécadas, subraya lo optimista del panorama de las carreras en investigación geníética. Y no sólo en el marco universitario.
Los empleos relacionados con las investigación geníética, especialmente los no vinculados directamente con las universidades, han crecido sustancialmente en años recientes, dijo Michael J. Dougherty, director de Educación de la Sociedad de Geníética Humana de Estados Unidos, una organización profesional con sede en Bethesda, Maryland.
Una área de mucho crecimiento es la forense. El uso del ADN en investigaciones penales, otrora limitado a unas pocas jurisdicciones, crece rápidamente.
Otro segmento de crecimiento es la asesoría geníética, que ofrece guía a pacientes y sus familiares, así como a los que esperan familia y estudian los peligros de tener un hijo con trastornos geníéticos.
Las pruebas cubren una amplia gama de trastornos geníéticos, desde la fibrosis cística hasta la hemofilia. Más de 2,000 síndromes y trastornos se han vinculado a defectos geníéticos. Los asesores geníéticos "entienden el impacto cultural, social y emocional de tener un hijo con un trastorno geníético'' dice Dougherty. "Es un tipo de asesoría libre'' que explica posibilidades y consecuencias sin dar juicios sobre lo que decida la pareja. Los asesores geníéticos frecuentemente trabajan en un hospital o en consultas, aunque algunos trabajan para empresas o son independientes.
La educación mínima típica que se requiere para una carrera en asesoría geníética es una maestría, dijo Dougherty.