Ríos de tinta han caído, y seguramente falten por caer, hablando de la crisis actual que sufrimos en España. Personalmente, siempre me gusta ver todo desde un punto de vista teórico, modíélico, intentando obtener un razonamiento matemático y empírico a la situación actual.
La crisis en España, desde mi punto de vista, podría situarse en una controversia teórico matemática bastante curiosa: ¿Es nuestra crisis provocada por el sistema o un simple hecho cíclico?. Muchos puntos de vista que aportar, una cantidad de datos ingentes que estudiar y, aún más importante, una existencia empírica, como propios agentes del mercado, como el mejor indicador posible para valorar cual es la situación real de la crisis económica de nuestro país.
Un artículo abierto y libre a la opinión objetiva de cada uno, vamos a ello:
En primer lugar habría que ver cuales serían los marcadores perfectos para definir, a nivel mundial, una crisis sistíémica de una cíclica. En mi opinión personal, la crisis sistíémica es aquella en donde, sin haber repetido errores del pasado, fallan varios de los sistemas más importantes de un país dando como resultado una gran catástrofe macroeconómica. La crisis cíclica sería aquella por la cual, y repitiendo errores del pasado, nos encontraríamos en un ciclo bajista a la espera de una recuperación que supere el nivel de la situación inmediatamente anterior.
En resumen todo se reduce a una sola pregunta: ¿que ha provocado esta crisis en España?
Las respuestas son múltiples, abiertas y hasta abren un camino al diálogo personal; no todos tenemos que opinar lo mismo pero, a buen seguro, el 80% de nuestras “listas personales de crisis†serán muy similares. Definiríé por tanto cual son los puntos claves, a mi entender, de esta crisis en España:
1. El excesivo endeudamiento familiar y la confianza de una revalorización mucho mayor a medio plazo.
2. La confianza bancaria en la recuperación, a altos tipos de interíés, de todos los críéditos concedidos.
3. La existencia de un mercado laboral demasiado rígido. Un mercado laboral en donde no había prevista, ni de lejos, una situación actual.
4. La poca capacidad de cumplir unos mínimos de seguridad inversora: productos de buena calificación, diversificar las cuantías de nuestras inversiones, etc.
5. La confianza estatal en sólo dos sectores: construcción y turismo.
6. La falta de una legislación fiscal adecuada a los tiempos de emprendimiento e innovación que nos rodean.
Muchas otras pautas podrían ser las que han importunado en esta crisis y están haciendo que nuestro país lleve unos cuantos trimestres en recesión, con alta subida del paro y en claro descenso de productividad, pero únicamente se puede hacer una cosa para que todo ello mejore: confiar.
La confianza en los mercados, el consumo y las actitudes públicas (aunque sean de lo más incoherentes) son la clave para conseguir una estabilidad institucional y de mercado. Si nosotros no somos los primeros que confiamos en que la crisis ha pasado y que debemos volver a un estado de consumo aparentemente normal, cuidando de no repetir los errores pasados de “cada una de nuestras listasâ€, evidentemente nadie confiará en el propio sistema y todo seguirá como está ahora mismo.
Respondiendo a la pregunta del titular, si es que aún quedan dudas de mi opinión, estamos ante una crisis sistíémica; en donde todos y cada uno de nosotros creímos que, siendo más listos que el propio mercado y ayudándonos de su corriente, podríamos vernos beneficiados de forma económica. Todos podríamos tener dos o más coches, un par de críéditos personales, nuestra vivienda hipotecada y además plantearnos la posibilidad de endeudarnos para conseguir un apartamento en la playa, total en dos años los íbamos a rentabilizar de todas, todas…
He ahí la clave de nuestra crisis, el propio sistema y la actitud de la gran mayoría de nosotros, como sociedad, que debido al apoyo social de un sector tan importante como el de la construcción, no hemos conseguido más que crear nuestra propia burbuja engañosa la cual tenemos que sostener ahora.
Los puntos de vista están abiertos, la conversación es siempre lo más interesante en estos casos, pero ¿y a vosotros que os parece todo esto? ¿es una simple crisis pasajera (o cíclica) y volveremos a caer en los mismos errores o no? Yo soy de los que pienso que no, que el sistema cambiará y, aunque posiblemente sigamos valorando los bienes de forma alcista, no caeremos en los mismos errores de endeudamiento máximo y especulación que teníamos hace un par de años.