La deflación se afirmó en noviembre en Japón y la tasa de desempleo creció por primera vez en cuatro meses, mientras la segunda mayor economía del mundo luchaba para avanzar hacia una recuperación convincente.
El desempleo subió al 5,2%, en su primer aumento desde julio, tras haber mejorado hasta un 5,1% en octubre.
A pesar de que una suba de las exportaciones, en especial al resto de Asia, impulsa la confianza de las compañías japonesas, íéstas siguen renuentes a gastar en fábricas o contrataciones, en un contexto de precios a la baja y un yen fuerte.
Las últimas cifras le agregan problemas a la agenda del primer ministro Yukio Hatoyama, un día despuíés de que se disculpara en público porque dos ex asistentes fueron acusados de falsificar informes financieros de su campaña electoral.
La popularidad de Hatoyama ha caído severamente a apenas 100 días de su asunción, ya que la población critica sus políticas económicas y su capacidad de devolver a Japón a la senda del crecimiento.