Por... MARINE LAOUCHEZ
Corredores del parquíé de futuros de maíz en Chicago se felicitaban el jueves al concluir la última sesión del 2009.
La Bolsa de Nueva York cerró el 2009 el jueves en sus niveles más altos del año, al cabo de varios meses de una recuperación espectacular tras haber caído en la primavera a su posición más baja en diez años.
El mercado cierra el año con sólidas ganancias, pero eso difícilmente cuenta la historia del drástico derrumbe de los principales índices bursátiles, seguido de una recuperación que coronó este último año de una ``díécada perdida'' para las acciones.
El Dow Jones ganó cerca del 20% en los últimos 12 meses pero el índice está 25% debajo de su cima del 2007 y todavía batalla en torno del nivel de 10,000 alcanzado por primera vez en 1999.
La historia es similar para el índice Standard & Poor's 500, que ganó un 25% durante el 2009, pero todavía rondando cerca de los niveles de 1999 y 28% debajo de los ríécords de octubre de 2007.
El Nasdaq, de fuerte componente tecnológico, no ha logrado acercarse a los días del boom que impulsaron el índice por encima de 5,000 en marzo del 2000, pero cerraba el 2009 con una sólida ganancia de 45%.
El mercado abrió el 2009 con una rápida caída mientras la crisis financiera se agravaba con el colapso en septiembre del 2008 de Lehman Brothers. En el 2008, el Dow perdió 33.84%, la mayor caída desde 1931, mientras el S&P caída 38.49%.
Y el Nasdaq cayó 40.54% en el 2008, la mayor píérdida anual desde su creación en 1971.
Era un escenario similar al de una depresión, con el mercado en general cayendo más del 60% de octubre del 2007 a marzo del 2009, mucho más fuerte y más rápido que en 1929.
Pero para la primavera boreal, algunos analistas comenzaron a advertir una recuperación en la economía, y Wall Street retomó la confianza fijando uno de los mejores repuntes del mercado en la historia en los meses siguientes.
Ed Yardeni de Yardeni Research dijo que el mercado pareció cambiar cuando el índice del S&P cayó al ominoso número de 666.
``Cuando el S&P cayó a 666 el 6 de marzo, me sentí como el profesor Robert Langdon en El Código Da Vinci'', dijo Yardeni. ``Ese número diabólico tenía que ser el más bajo. Así que comencíé a centrarme en lo que podía ir bien, y me convencí de que el mercado era de fiar''.
Algunos sostienen que la fuerte recuperación desde marzo ha sido una nueva ola de especulación alimentada por el críédito fácil de la Reserva Federal, que ha mantenido las tasas de interíés clave cerca de cero desde diciembre de 2008 y ha inyectado miles de millones de dólares al sistema financiero.
``Una cosa es tener a la Fed inyectando liquidez al sistema, pero otra bastante distinta es que la liquidez sea reapalancada en críéditos y reciclada en la economía'', dijo David Rosenberg, de Gluskin Sheff & Associates.