La convulsión que vivieron los mercados hace un año parece algo del pasado. El pánico ha remitido y los indicadores de riesgo regresan poco a poco a los niveles previos al estallido de la crisis. La caída de la volatilidad a niveles promedio y el brusco retroceso de los diferenciales de críédito se interpretan como buenas señales para las Bolsas.
Diez meses despuíés de que se vivieran los momentos de máxima tensión en los mercados, la lectura que dejan los indicadores de riesgo a día de hoy resulta tranquilizadora. La intervención de los gobiernos y bancos centrales a nivel mundial ha surtido efecto. El riesgo de crisis sistíémica ha quedado atrás, las quiebras empiezan a remitir y las primas de riesgo se normalizan.
La fuerte caída de la volatilidad es un claro ejemplo de la desaparición de incertidumbres. El VIX, índice que mide la volatilidad del S&P 500, cotiza en niveles de 17, el promedio histórico, lo que supone un fuerte retroceso desde el máximo de 80 que alcanzó en el punto álgido de la crisis allá por noviembre de 2008.
Las mejoras no se quedan ahí y los efectos de los planes de estímulo tambiíén se han dejado sentir en otros indicadores de riesgo. El Itraxx Crossover, índice que mide el coste de asegurar la deuda corporativa de las empresas con una calificación crediticias que no alcanza el grado de inversión, no deja de retroceder. Así, a día de hoy cotiza en el entorno de 394 puntos básicos cuando en marzo del pasado ejercicio llegó a alcanzar los 1.152 puntos básicos, puesto que entonces el mercado interpretaba que el riesgo de impago era mayor por lo que exigía una mayor prima. Hoy el precio es similar al de mayo de 2008.
El fuerte repunte de las Bolsas desde los mínimos de marzo de 2009 -el Ibex recupera el 77%-, el rebote de las materias primas y los indicios de recuperación que reflejan indicadores como el ISM de actividad manufacturera de EE UU, índice que lleva cuatro meses consecutivos por encima de 50, nivel que indica expansión económica, son otros síntomas de normalización.
La mejora de las exportaciones en Alemania o la caída del 73% del índice de fletes del mercado de carga seca desde máximos son otros indicios más de reactivación de la actividad.
Noticias a las que tambiíén hay que sumar mejoras del lado empresarial. La tasa de impagos de deuda por parte de las empresas remitió en el último trimestre de 2009 en EE UU y a nivel global por primera vez desde enero de 2008, según Moody's.
"Aún queda por consolidar los niveles alcanzados. El sistema sigue frágil. La convulsión que generaron los problemas de Dubai son señal de que la confianza es frágil", explica Josíé Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
La gran asignatura pendiente es la creación de empleo. Los datos de diciembre de EE UU defraudaron la semana pasada al mostrar que se destruyeron 85.000 puestos de trabajo cuando se esperaba que el dato rondara los 35.000. En cualquier caso, la cifra está muy lejos de los 741.000 empleos que se perdieron en febrero de 2009, otro indicio más de que lo peor ha quedado atrás.
"Animaría que se destruyera menos empleo. Quedan dudas sobre la recuperación de la venta de viviendas nuevas y de la actividad en el sector servicios, indicadores que aún no han mejorado. Pero el mercado bursátil puede seguir subiendo mientras no haya un cambio explícito de la política monetaria", explica Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital.