Las señales de fortaleza que dejaba Wall Street el martes, pese a las caídas, se hicieron realidad ayer con un importante contraataque alcista que alejó los fantasmas que había dejado la caída previa. El Dow Jones recuperó el 0,63%, el S&P 500 remontó el 0,83% y el Nasdaq, el más castigado la víspera, sumó un contundente 1,14%.
Esto no significa que el peligro ha pasado ni que esta vez el ataque a las resistencias críticas va a tener íéxito (a diferencia de todos los intentos anteriores). Pero sí es una nueva muestra de la fortaleza de este mercado y de la batalla que van a dar los alcistas por conseguir la ansiada ruptura.
Saldremos de dudas en los próximos días, y probablemente la solución dependerá de cómo continúa la temporada de resultados despuíés de la decepción de Alcoa. Hoy veremos al segundo componente del Dow Jones que rinde cuentas, Intel; pero como los publica despuíés del cierre, es posible que la sesión no registre movimientos significativos.
Antes de los resultados de Intel, el día nos dejará un montón de referencias económicas: el dato más relevante de la semana, las ventas minoristas, para las que se espera una subida del 0,4%, los inventarios empresariales, las ventas en centros comerciales en diciembre, las demandas semanales de subsidios y los precios de importación.
Los protagonistas de la subida de ayer fueron los bancos -pese a que sus principales ejecutivos reconocieron ayer sus errores en la crisis en el Congreso- y las tecnológicas, que recibieron con alegría la salida de Google de China. En cuanto a la economía, el Libro Beige confirmó que las condiciones económicas siguen mejorando pero con la sombra del críédito, que se vuelve a deteriorar.
El dólar volvió a las caídas frente al euro, con lo que el oro recuperó hasta 1.137,2 dólares. Pero el petróleo prolongó su descenso y perdió los 80 dólares al cierre. Los bonos corrigieron en precio tras la fuerte subida del martes, con lo que su rentabilidad subió hasta el 3,78%.