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Autor Tema: Pobre panorama para el ahorro conservador  (Leído 373 veces)

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Pobre panorama para el ahorro conservador
« en: Enero 16, 2010, 09:26:25 am »
Pobre panorama para el ahorro conservador

por Nuria Salobral en Cinco Dí­as

A pesar del fuerte impulso registrado el pasado año y de que aún hay muchos nubarrones en el horizonte, la Bolsa se confirma como la principal apuesta de inversión para este año, aunque sólo sea por eliminación. En el otro extremo, el de la inversión más conservadora, las expectativas de rentabilidad son mí­nimas y la posibilidad de arañar una mayor ganancia requiere unas pequeñas dosis de riesgo, más allá de las opciones clásicas e imperturbables de los depósitos a plazo o los fondos monetarios.

El precio del dinero lleva en la zona euro en el mí­nimo histórico del 1% desde mayo de 2009 y los bancos ya han dado respuesta en gran medida a la necesidad de liquidez que les llevó a ofrecer generosas rentabilidades a finales de 2008 e inicios del pasado año. La rentabilidad media de los nuevos depósitos a plazo está en el 1,42%, según datos del Banco de España, si bien todaví­a es posible encontrar ofertas que rondan el 3% a un año a cambio de algunos requisitos. Pero sin reclamos en los depósitos, los fondos de inversión se convierten en alternativa, aunque con grandes limitaciones de rentabilidad, que apenas alcanzarí­a el 2% en los productos más clásicos.

Los fondos de renta fija se enfrentan a un escenario futuro de subida de tipos, que tiene el efecto de rebajar el precio de los activos en cartera, y a las mayores exigencias que impone el mercado a las emisiones de deuda pública. Así­, los fondos de renta fija a largo plazo quedan fuera de las preferencias de inversión de los expertos, lo que incluye a los que invierten en deuda pública de paí­ses desarrollados, presionados por su elevado díéficit público. Para un perfil de ahorro conservador, los reductos de rentabilidad están en la renta fija corporativa, en los fondos de retorno absoluto, que intentan batir al mercado sea cual sea su rumbo, y en ciertos fondos monetarios. Según dicta la prudencia, son las opciones que mejor se adaptan al entorno cambiante de mercados que traerá el arduo camino de salida de la crisis.

Fondos monetarios

Han sido la familia de fondos más segura en 2009 pero tambiíén la menos rentable del año, con una ganancia media del 1,17%, de acuerdo con los datos de Inverco. "Su rentabilidad en 2010 estará en el entorno del 1%, no mucho mejor que el pasado año, no es de esperar mucho más con los tipos de interíés actuales", explica Pablo Martí­nez Alberola, jefe de ventas de Barclays Wealth España. Sin embargo, una estrategia acertada con los fondos monetarios permitirí­a conseguir algo más de rentabilidad. "Lo aconsejable serí­a entrar en monetarios en la segunda parte del año, una vez que estíé más clara la perspectiva de alza de tipos de interíés", señala Ví­ctor Alvargonzález, consejero delegado de la consultora independiente Profim. El experto insiste en la importancia de invertir en plazos cortos, para poder ir renovando el producto a medida que avanza la subida de tipos que acompañarí­a a la recuperación de la economí­a. "Hay que tener cuidado de no quedarse atrapado en un producto conservador a largo plazo. Lo recomendable en este caso es invertir a un plazo de seis meses o un año como mucho", añade Alvargonzález.

Las comisiones son un factor determinante en el caso de los fondos monetarios, hasta el punto de llegar a marcar el signo negativo o positivo en el rendimiento del producto. En 2009, cuatro fondos monetarios registraron píérdidas y otros 42 registraron una rentabilidad inferior al 1%, despuíés de haber descontado las comisiones de gestión y depósito, que en el caso de los fondos monetarios deberí­an rondar el 0,5%, en opinión de los expertos.

Y más allá de la modalidad clásica de monetario, que invierte en activos de deuda a corto plazo, los monetarios dinámicos aparecen como alternativa de rentabilidad en el reducido universo del ahorro conservador. Estos fondos siguen los criterios de la gestión alternativa, aunque con menor riesgo. Si bien esto no supone ni mucho menos que sean inmunes a las píérdidas, ya que su íéxito va a depender de la evolución y calidad del subyacente al que se expongan. "Son una ví­a para apurar un poco más de rentabilidad. Un monetario dinámico con muy baja volatilidad podrí­an rentar en 2010 hasta el 3%", apunta Miguel Colombás, subdirector de Popular Gestión.

Fondos de renta fija

La renta fija a largo plazo dejó el pasado año mejores rendimientos, del 4,3%, que la renta fija a corto plazo, con el 1,33% de media. Pero la perspectiva de la subida de tipos que se prevíé para este año -y que algunos expertos aún retrasan a 2011- inclina las recomendaciones en favor de la renta fija a corto plazo. "Hay que ser muy cauteloso con la deuda pública, en especial con los fondos que invierten a medio y largo plazo en deuda de paí­ses desarrollados", advierte Ví­ctor Alvargonzález. De hecho, el mercado apuesta por que las rentabilidades de la deuda pública aumenten a consecuencia de la necesidad de las grandes economí­as de cubrir el díéficit público y en respuesta tambiíén a las amenazas de rebajas del rating de los paí­ses soberanos. Y ante esta tesitura, la alternativa no es la deuda pública sino la privada.

"La confianza mejora en las empresas y empeora en los Estados", resumen fuentes de mercado. "Vamos a ver sufrir a la deuda pública este año", advierte Jordi Justicia, director general de Caixa Girona Gestió, para quien la alternativa al depósito a plazo está este año en los fondos de renta fija corporativa a corto plazo y en los fondos de retorno absoluto de baja volatilidad. En su opinión, esta combinación podrí­a generar una rentabilidad de entre el 4% y el 4,5% en 2010, sin asumir ningún riesgo en Bolsa. "Lograr una inversión en fondos de inversión con una rentabilidad que supere en dos puntos a la de un depósito es un objetivo razonable, pero hay que afinar mucho y ser muy ágiles y flexibles ante los cambios en la curva de tipos", señalan desde Profim. En este sentido, Jordi Justicia añade que "este año será muy complicado para los activos sin riesgo, un fondo monetario puro difí­cilmente alcanzará el 2% de rentabilidad".

La renta fija corporativa ofrece mayores rentabilidades a medida que desciende la calidad crediticia de la empresa que la emite. En Sociíétíé Gíéníérale estiman que las emisiones de este año ofrecerán entre un 3% y un 4% anual para deuda de compañí­as con grado de inversión, es decir, con una calificación financiera superior a BBB-. Un bono high yield o de peor calidad puede elevar esa rentabilidad en tres o cuatro puntos porcentuales.

Fondos garantizados

La garantí­a por el 100% del capital invertido es una ví­a segura con la que aproximarse a la renta variable, a la vista de que la Bolsa se presenta como la opción más prometedora este año. Los garantizados de renta variable van a ser una de las principales apuestas de las gestoras de fondos, que de paso contribuirán a la generación de ingresos por comisiones de sus respectivos grupos financieros.

El partí­cipe de un fondo garantizado debe tener en cuenta que se trata de productos con un horizonte de inversión a medio plazo. "Buscamos plazos más largos, de hasta cuatro y cinco años", reconocen desde la gestora de una entidad financiera. Pero salir antes de tiempo exige pagar el peaje de una comisión de reembolso, a menos que se aprovechen las ventanas de liquidez con que cuentan algunos de estos fondos, momentos determinados de la vida del producto en los que no tiene coste la salida.

El descenso de la volatilidad de los mercados, que ha regresado a los niveles previos al estallido de la crisis de Lehman Brothers, facilita el diseño de las estructuras de los fondos garantizados, de modo que permite apuestas más atrevidas y mayores promesas de rentabilidad garantizada. Pero, por otro lado, tambiíén juega en contra el bajo nivel de tipos de interíés, que deja a las gestoras menos dinero disponible para invertir. En definitiva, desde el sector no auguran el lanzamiento este año de fondos garantizados con rentabilidades aseguradas mucho más generosas que las de ahora. "En los garantizados de Bolsa se podrán ver sin problema rentabilidades anuales de entre el 5% y el 15%, según el í­ndice de referencia o el grupo de valores escogido", asegura Miguel Colombás. En su opinión, es importante buscar fondos de inversión garantizados que protejan y consoliden los niveles alcanzados en cada año, de modo que un cambio de rumbo en los mercados no suponga la píérdida de lo ganado hasta el momento. "En un entorno de subida de tipos y en un horizonte de inversión a tres años, lo recomendable es que cada ejercicio sea como uno nuevo", explica.

Fondos mixtos

Se alejan del perfil de inversión más conservador, aquel que recurre a los fondos como alternativa al declive de los depósitos. Pero para aquellos que se animan a introducir ligeras dosis de renta variable en su cartera, son una clara opción. "Un perfil moderadamente conservador, puede incluir un 20% de Bolsa a travíés de fondos mixtos", señalan en Caixa Girona. De nuevo la repetida consigna de a mayor riesgo, más rentabilidad.

Claves para apurar las ganancias
1 Plazos cortos. La perspectiva de una subida de tipos en la segunda mitad del año aconseja invertir a un plazo de entre seis meses y un año. Es la fórmula para disfrutar de las oportunidades que se presentarán con el alza del precio del dinero. En plazos superiores, es importante disponer de ventanas de liquidez, sin penalización por abandonar la inversión antes del vencimiento.

2 Comisiones. En los fondos de perfil más conservador, con escasas rentabilidades, cobran especial importancia las comisiones. La legislación establece un máximo del 1% de comisión de gestión para los fondos monetarios, si bien lo aconsejable es buscar la comisión más reducida posible en cualquier tipo de fondo, en especial en los garantizados, que apenas requieren una gestión activa, y en los fondos monetarios, los de menor rentabilidad. Según datos de Vdos Stochastics, la comisión media - de gestión más depósito- de los fondos monetarios está en el 0,55%; en los fondos de renta fija a corto, en el 0,73%; en el 1,01% en la renta fija a largo y en el 1,36% en los garantizados de Bolsa.


3 Calidad crediticia. La inversión en renta fija corporativa entraña dosis de riesgos si se eligen activos con una baja calificación financiera. La rentabilidad es mayor pero tambiíén la posibilidad de sufrir píérdidas, incluso en fondos en apariencia seguros como los monetarios dinámicos, que quedaron atrapados en la quiebra de Lehman. La seguridad de la inversión en renta fija corporativa dependerá por tanto de la solvencia de las compañí­as emisoras, sobre la que los rating dan la referencia.


4 Fiscalidad. Las ganancias patrimoniales y del capital se gravan a partir de este año a un tipo superior: al 19% para los primeros 6.000 euros y al 21% para el excedente, frente al tipo único del 18% anterior. Este aumento pone de relieve la venta fiscal de los fondos, que permiten el traspaso de un producto a otro sin tributar. Los impuestos se pagan al reembolsar.

Nuevo pulso entre depósitos y fondos
Con el estallido de la crisis, los depósitos se convirtieron en un rival imbatible para los fondos de inversión a la hora de atraer al ahorro conservador. Las turbulencias en los mercados han dejado tocados a los fondos, que perdieron el pasado año 456.689 partí­cipes -concentrados sobre todo en el primer trimestre- y sufrieron reembolsos netos por 11.640 millones de euros, una cuantí­a inferior en cualquier caso a los 57.647 millones de 2008. De hecho, la sangrí­a se ha ido suavizando en la segunda mitad del año, hasta el punto de que el sector alberga mayores esperanzas para 2010.

La recuperación de los fondos tendrá mucho que ver este año con la estrategia comercial de las entidades financieras que, una vez agotado el filón de los depósitos, deben concentrarse ahora en los ingresos por comisiones que generan los fondos de inversión. Así­, algunas entidades como Barclays, Bankinter, BBVA, Ibercaja o Unicaja han lanzado campañas en las que bonifican con entre el 1% y el 2% del importe traspasado de fondos de otras entidades financieras.

Pero otras entidades siguen afrontando problemas de capital y encuentran en los depósitos un valioso aliado, a pesar de los esfuerzos para ofrecer una rentabilidad atractiva con los tipos en mí­nimos. "La apuesta por un producto u otro dependerá de las necesidades de cada uno", reconocen en el sector.