FORMAS DE PROGRAMAR LA MENTE.
Básicamente, existen tres formas de programar la mente: a travíés de la palabra, la imagen y la sensación. Para lograr la manifestación de un deseo es necesario utilizarlas a las tres: se debe pronunciar con palabras lo que se quiere; se debe visualizar el resultado y, finalmente, se debe sentir lo que se siente al haber logrado el deseo.
1.- LA PALABRA
En la Biblia se encuentran ejemplos de cómo Dios creó la realidad a travíés del uso de su palabra. El dijo: “Hágase la luzâ€, y se hizo la luz. En el orden humano, todo lo que nosotros pronunciamos, tiende a materializarse. En metafísica, la palabra hablada se puede utilizar para hacer:
a) Afirmaciones.- Una afirmación es una oración hecha en el tiempo presente y de manera positiva, en la cual se describe aquello que se desea hacer realidad. La afirmación se utiliza para sembrar una idea nueva en nuestra conciencia. El primer paso es poner la idea en palabras y, luego repetirla constantemente hasta familiarizarse con ella. Para que sean realmente efectivas, se deben repetir con entusiasmo y convicción.
Es probable que la primera reacción frente a una afirmación sea desalentadora. Por ejemplo, una persona ha vivido en la pobreza y desea cambiar su situación económica; para ello, comienza a repetir lo siguiente: “Mis ingresos aumentan día a día; el dinero viene fácilmente hacia mi; soy ricoâ€. Lo primero que realiza la mente al recibir estas nuevas ideas es informar acerca de todo lo que existe en contra de ello. En este ejemplo, es probable que la mente le recuerde a la persona que “no tiene la suficiente preparaciónâ€, “no habla inglesâ€, “no tiene suerteâ€, “los ricos no son buenos ni van al cielo†y demás.
Esas ideas fueron recogidas por la conciencia de la persona a lo largo de su historia, lo que no significa que sean validas como verdaderas. La persona misma ha elegido creer en ellas.
Es conveniente no pelear con nuestro pensamiento, sino agradecerle por recordarnos nuestra antigua creencia y, luego, informarle lo que elegimos pensar desde ahora.
Debido a la gran importancia que tiene la palabra hablada, a partir de ahora deberás chequear todo lo que pronuncias. Una manera de utilizar negativamente la palabra es a travíés de la queja. Es conveniente evitar enredarse en conversaciones vanas, chismes, o quejas acerca de la situación política, económica o social del país, de alguna otra persona o de uno mismo. Cuando una persona se queja mucho de algo, hace que ese problema se agrande y se manifieste con más fuerzas. Por ejemplo, cuando una mujer se queja de los defectos de su marido y se lo cuenta a su vecina, a su madre, a sus hijos o a sus amigas, lo único que logra es que su marido le muestre aun más esos defectos.
b) Decretos.- se llama decreto a una afirmación que se realiza una sola vez y en forma rotunda. A diferencia de las afirmaciones, el decreto se hace utilizando una idea que ya está firmemente arraigada en nuestra conciencia; además, tiene una gran carga emocional y un nivel muy alto de fe. El decreto es rotundo y no da lugar a ningún tipo de dudas.
Frente a un problema determinado, se puede decretar: “La solución más perfecta y armoniosa para este problema se manifiesta ahora mismoâ€. Luego se agradece y no se habla más del asunto. Uno debe confiar plenamente en que el Universo manifestara la solución más adecuada. A diferencia de una persona común, uno no “le pide†las cosas a Dios, sino que las afirma y las acepta en su conciencia. Uno sabe que Dios, como Padre Perfecto, nos otorga absolutamente todo lo que deseamos y nuestra única tarea es aceptarlo.