Propone que se incluya en el debate del Estado de bienestar que ambas partes se coordinen como ocurre en otros países.Las entidades deberían hacer un esfuerzo de adaptación en este sistema.
“Un sistema de previsión requiere seguramente un pilar público y otro privado bien coordinados entre síâ€. Esta es una de las conclusiones del estudio elaborado por un grupo de expertos, presididos por el ex ministro de Economía Rodrigo Rato, que recoge las reflexiones que en su opinión se deberían incluir en el debate sobre la reforma del Estado de bienestar.
Las soluciones públicas y privadas deben ir de la mano y para ello existen ejemplos donde el sistema de reparto y de capitalización se combinan dentro de un sistema pilotado por el Estado, afirma el estudio, encargado por la patronal aseguradora Unespa.
El modelo sueco es el más citado, añade el análisis que tiene entre sus objetivos “contribuir al indispensable debate social sobre la necesidad de las reformasâ€. En Suecia cada trabajador aporta una cotización social del 18,5% de la que el 16% se destina al sistema de reparto. El 2,5% restante se coloca obligatoriamente en unos 450 fondos de diferentes perfiles de inversión, gestionados por entidades privadas. El ahorro colocado en estos productos ascendía a 168.000 millones de coronas a finales de 2008. Para quienes no elijan uno de estos productos existe un fondo de gestión pública, que acumulaba 63.000 millones de coronas.
“El sector privado ha de ser consciente de que la coordinación de sus esfuerzos con el esfuerzo público le dotaría de un matiz nuevo al convertirse en una pieza más engranada en el sistema de bienestarâ€, apunta el informe.
Beneficios
Las entidades seguirán atentas a su margen de beneficio, pero se transformarían las condiciones de su operativa. Estos cambios se dejarían sentir en varios puntos. Es probable que los precios de los productos privados (seguros, planes de pensiones o mutualidades) sean inferiores a los actuales. “En un mercado en el que el asegurado participa obligatoriamente, los operadores tienen acceso a más clientes y puede ser que les resulte más fácil captarlos si se compara con mercados totalmente voluntariosâ€, apunta el estudio. Esto es lo que ha ocurrido en Suecia, donde los cotizantes lanzan a travíés de Internet sus órdenes de compra de fondos y es el Estado el que se encarga de hacerlas llegar todas juntas a las gestoras. Este sistema hace que las comisiones que cobran en estas operaciones sean inferiores a las del mercado abierto.
En este marco de extensión masiva del ahorro-previsión a capas de población de salarios bajos y menor formación, “cabe exigirle al sector privado un esfuerzo†con ofertas “sencillas y potentes, con una alta respuesta a las necesidades del ahorrador†y con capacidad para ofrecer rentabilidades reales positivas.
Frente al cotizante
El informe patrocinado por Unespa concluye tambiíén que, igual que reclama al sector público, la parte privada debería ofrecer la máxima transparencia, frente al cotizante en este hipotíético marco de coordinación. “El cotizante debería conocer las alternativas privadas existentes, sus características, sus resultados en el pasado y sus previsiones de futuroâ€.
Los autores creen que existen características diferenciales que aconsejan la coordinación pública y privada “en el marco de un sistema de previsión potente y capazâ€. Los productos que ofrece el mercado son complementarios a la pensión de la Seguridad Social “sin que sea necesaria la sustitución de un instrumento por otroâ€. Ninguno de los esquemas, añade, puede sustituir al otro: en el de reparto una generación soporta los gastos de otra, y en el de capitalización es la propia generación la que soporta sus gastos con su ahorro.
La comisión que ha elaborado el informe bajo la presidencia de Rato está integrada por representantes de diversas tendencias políticas, entre ellos Josíé María Fidalgo, ex secretario general de CCOO, y por la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos.