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Autor Tema: El capital riesgo guarda 5.000 millones en la recámara para comprar grupos  (Leído 369 veces)

Eguzki

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Dinero suficiente para comprar Red Elíéctrica de España, Banco Sabadell, FCC o Enagás. O la combinación de NH Hoteles, Zeltia, Elecnor, Reyal Urbis y Sol Meliá. Cinco mil millones de euros.


í‰ste es el presupuesto con el que el capital riesgo encara un 2010 en el que la economí­a española podrí­a tocar fondo. Un montante similar al de, por ejemplo, el Plan E del Gobierno, destinado a que los Ayuntamientos dinamicen la vida económica de sus municipios. O similar al desembolso que prevíé realizar el paí­s en proyectos verdes.

“Lo interesante es comprar compañí­as a buen precio y generar valor”, sostiene Ramón Cerdeiras, socio de la firma de capital riesgo Ibersuizas, y nuevo presidente de la Asociación de Entidades de Capital Riesgo (Ascri).

“Tanto las firmas españolas como las paneuropeas siguen presentes en España y con ganas de invertir para aprovechar la recuperación”, señala en una entrevista con EXPANSIí“N.
2009 fue un año para la prudencia, donde, pese a la caí­da de la inversión en un 47% por la crisis [hasta 1.617 millones de euros], el número de operaciones del sector se mantuvo, lo que es una buena señal”, recuerda Cerdeiras, para quien las inversiones que se acometan ahora podrí­an cosechar buenos retornos.

Más deuda
A su juicio, si se normalizara el mercado de acceso a deuda, se impulsarí­a la actividad de estos fondos, cuyo modelo de negocio consiste en invertir dinero y tomar deuda prestada para adquirir compañí­as, mejorar su valor y desinvertir pasados unos cinco años.

Tambiíén aquí­ se empiezan a vislumbrar brotes verdes. La propia Ibersuizas, que controla el grupo de explosivos Maxam, el fabricante de sanitarios Indas y íngulas Aguinaga, consiguió hace apenas unas semanas financiación suficiente de Santander, BBVA (y, en menor medida, Bancaja y CAM) para adquirir Mediterranea de Catíéring, uno de los lí­deres en España en el suministro de comida a hospitales. A esta operación, se sumaron el año pasado otras de un importe cercano a 100 millones, como la entrada de ProA en Palacios Alimentación y de Investindustrial en PortAventura.

“Es posible que vuelvan las megaoperaciones a cargo del capital riesgo en 2010”, aventura Cerdeiras, abogado del Estado en excedencia y consejero de Hoffman, Angulas Aguinaga y MD Anderson, entre otras compañí­as. “De hecho, en Europa ya se están produciendo”, afirma.

Cerdeiras califica de “muy positiva” la posibilidad de que el ICO se convierta en accionista de empresas no cotizadas. “Es un signo de que el modelo del capital riesgo puede solucionar los problemas de muchas empresas”.

Bruselas
Junto a la crisis, la otra gran preocupación del sector es la nueva directiva que prepara Bruselas sobre los activos alternativos (hedge funds y capital riesgo). Se espera que el contenido de íésta sea más restrictivo que la legislación actual, situación que podrí­a reducir el desarrollo de un sector en el que invierten bancos, aseguradoras y fondos de pensiones de todo el mundo.

“La propuesta de directiva trata de forma igual a actores muy diferentes. Debemos velar por que no se produzcan diferencias o agravios comparativos entre las empresas participadas por el capital riesgo y las demás por un exceso de burocracia que no nos deje trabajar”, afirma. Cerdeiras resalta, por el contrario, la idoneidad de la ley actual española de 2005, “moderna y que exige a la vez transparencia y supervisión”. Donde sí­ caben reformas, a su juicio, es en las situaciones concursales. “Hay que dotar a los juzgados de lo Mercantil de más medios para agilizar los procesos y buscar las mejores soluciones para las empresas”.

Al descenso de actividad en 2008 y 2009, se ha sumado una caí­da en la captación de nuevos fondos, lo que ha motivado algunas bajas de firmas. “Pueden desaparecer operadores, pero es un sector que se adapta bastante al entorno”, dice Cerdeiras, que ha sustituido en el cargo de presidente de Ascri a Jaime Hernández-Soto, socio de la firma española MCH, accionista del grupo ferroviario Talgo y de Marco Aldany.

Bolsa
Una de las ví­as naturales de desinversión para el capital riesgo son las salidas a bolsa. Este año, se espera que algunas empresas participadas por estos fondos, como Amadeus, Telepizza y Mivisa, lo hagan en el mercado continuo. Pero es, sin duda, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) el que mayores expectativas ha despertado en el sector. Si bien, por ahora, no son muchas las firmas que ven como una opción a corto plazo un debut en el MAB, destinado a dinamizar el tejido empresarial, como lo hacen mercados como AIM (en Londres) y el europeo Alternext.

“Es una salida natural que puede convertirse en un hecho. Pero falta un tejido suficiente de inversores. Es cuestión de tiempo”, vaticina el nuevo presidente de Ascri. Por ahora, tan sólo Zinkia, la productora del dibujo animado Pocoyó, e Imaginarium, cadena de tiendas de juguetes para niños y ex participada del fondo británico 3i, se han atrevido a dar el salto a este mercado. Pero se espera que otras, como Cacaolat, Eurona Telecom y Medcomtech lo hagan en los próximos meses.

Un caudal casi inagotable
Fondos disponibles
Las firmas de capital riesgo, que tienen a fondos de pensiones, bancos y aseguradoras como inversores, disponen de 5.000 millones para comprar empresas en España.

Combinaciones
El montante de que dispone el sector le permitirí­a comprar Corporación Financiera Alba e Iberia a la vez. Pero son las empresas no cotizadas el principal objetivo de estos inversores, que permanecen unos cinco años en el accionariado, tratando de mejorar la gestión y financiando el crecimiento.

Brotes verdes
Operaciones como la compra de Mediterranea de Cátering por Ibersuizas y Palacios por parte de ProA Capital arrojan luces en el horizonte de un sector, que controla empresas como Cortefiel.

Mercado alternativo
El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) ha despertado expectativas en el sector, pero estos fondos aún no se han decidido a dar el salto al parque. En opinión de Ascri, hace falta tiempo para que se forme un tejido inversor suficiente para que haga atractiva esta ví­a de desinversión en participadas.