Por... BEN FELLER
WASHINGTON -- Frente a un Congreso dividido y una nación insatisfecha, el presidente Barack Obama presentará el miíércoles durante su discurso del Estado de la Nación un temario con gran íénfasis en la creación de empleo, con la meta de revitalizar su discurso más que sus objetivos.
Su meta será llevar a terreno firme a la economía nacional, su relación con los votantes e incluso su propio mandato.
Obama brindará detalles nuevos sobre cómo piensa salvar la reforma de salud, frenar la creciente deuda nacional y ayudar a las empresas a volver a tomar trabajadores.
Pedirá una reforma educativa y más presupuesto para las escuelas, se hará cargo de los errores de su primer año y, tras el discurso, partirá a Florida para anunciar el otorgamiento de 8.000 millones de dólares para trenes de alta velocidad.
Pero Obama tambiíén buscará convencer a millones de estadounidenses de que entiende sus problemas y de que está trabajando para cambiar la política de Washington, a pesar de que íél mismo está usando los míétodos tradicionales de la capital.
Más allá de sus nuevas propuestas, el discurso será evaluado por cuán bien se vuelva a conectar con el público.
"En este ambiente político, lo que no siempre he logrado es superar el ruido y hablar directamente al pueblo estadounidense", dijo Obama en una entrevista la semana pasada. Esta será su oportunidad, ya que el discurso anual del presidente suele atraer a 30 a 50 millones de personas y a veces más.
La Casa Blanca sabe que el discurso de las 0200 GMT del jueves es muy importante. Obama llegó a la presidencia aupado a una ola de desencanto de los votantes, que ahora lo sacude a íél.
"El presidente explicará por quíé piensa que el pueblo estadounidense está enojado", dijo la mañana del miíércoles su vocero Robert Gibbs.