Si EEUU tose, el mundo se resfría, ¿y si lo hace China?
por Paula Hidalgo y Ana Palomares
China, Brasil e India son los países del mundo que más han incrementado su peso en la bolsa, mientras que EEUU, Francia y Alemania pierden representación.
Hace diez años un estornudo de Estados Unidos constipaba al resto del mundo. Sin embargo, una díécada despuíés, el efecto contagio se ha mudado de continente, y ahora es China el que debe ponerse la bufanda para que el mundo no se resfríe. Algo que ya se pudo comprobar la semana pasada, cuando las bolsas mundiales bajaron ante el temor de una posible restricción del críédito en China.
Se dejaba ver así que ya no sólo Wall Street volatiliza los mercados mundiales. Aunque ello no significa que EEUU haya dejado de tener influencia, puesto que el mercado norteamericano suele marcar tendencia en el resto de los parquíés, sí indica que ya no es el único del que depende el devenir del resto de mercados bursátiles. Basta echar un vistazo a los cambios que se han producido en la capitalización mundial (el peso que cada parquíé tiene en el mundo). Mientras que en el año 2000 EEUU representaba cerca del 50 por ciento de la bolsa mundial, ahora su peso no alcanza el 31 por ciento. Aun así continúa siendo el país que más abarca en el parquíé. La otra cara de la moneda la pone China. Inauguró la díécada sin apenas representación bursátil, 0,4 por ciento del total, y ahora supera el 8 por ciento. De hecho, ha sido el país que más ha incrementado su presencia en la bolsa mundial (más de un 2.000 por ciento).
Una de las razones por las que la bolsa se ha dirigido hacia China de una manera tan desfasada con respecto al resto del mundo se encuentra en que el gigante asiático "es el reflejo de una economía nacional que ha ido a mejor y un apetito creciente en productos financieros", explica Celine Giffard, de Self Bank. Tanto es así que cuando una compañía sale a cotizar al mercado bursátil chino "casi todo está comprado", porque "no hay mucha forma de invertir dinero, no hay tantas compañías y genera expectativas", subraya. Además, "al ser un país subdesarrollado, tiene más margen de crecimiento económico", puntualiza desde la firma de análisis independiente Profim Víctor Alvargonzález. A ello se suma que el mercado chino se ha visto menos afectado por la caída de grandes bancos estadounidenses entre finales de 2008 y principios de 2009 por el proceso de crecimiento en el que se encontraba inmerso. Todo esto, unido a su espectacular crecimiento (en 2009 su PIB aumentó un 8,7 por ciento y se espera que crezca un 10 por ciento este año y un 11 por ciento en 2011), resulta tan llamativo, que incluso asusta. "No debe asustar", tranquiliza Kim Catechis, director de mercados emergentes de la gestora SWIP, ya que, aunque sí reconoce que en China se está produciendo una burbuja inmobiliaria, confía en que Pekín la limite con medidas como las restricciones de críédito.
Resto de emergentes
Otro de los países emergentes que ha crecido en los últimos diez años ha sido Brasil. En concreto, la representación de su mercado bursátil se ha incrementado desde el 0,24 por ciento hasta representar el 3,13 por ciento en 2010, lo que se traduce en una diferencia del 1.225 por ciento. Similar es el crecimiento que ha experimentado India, que ahora abarca el 2,77 por ciento de la bolsa mundial, frente al 0,33 por ciento que suponía en el 2000.
Este crecimiento protagonizado por los países emergentes ha llevado a los gestores a un proceso de adaptación de sus carteras. Si hace tres años era "casi impensable incluir países emergentes porque era muy arriesgado, ahora algunos de ellos se encuentran presentes en las carteras de los accionistas", recuerda Giffard. De hecho, señala que su cartera "más conservadora" cuenta con un 5 por ciento de presencia de países emergentes, del 30 por ciento de las acciones que tenga la cartera. En este sentido, Catechis apuesta más fuerte por los países en vías de desarrollo y recomienda invertir entre un 13 y un 15 por ciento de la cartera de acciones. Pero, aunque los países emergentes se han colado en las carteras de los gestores, Alvargonzález considera que, en conjunto, el peso de íéstas está infraponderado en la composición de las carteras. "Debería haber más", dice.
De momento, los incrementos que se han visto en las carteras de los gestores de fondos globales ya lo ejemplifican. El tigre asiático era más bien considerado un lindo gatito hace tan sólo seis años, ya que en el año 2004 (primeros datos disponibles, según Morningstar), los valores chinos sólo pesaban un 0,26 por ciento. Ahora, su peso en los fondos de renta variable es del 2,06 por ciento. Tal es la aceptación que ha tenido este mercado entre los inversores españoles que sólo en los últimos cinco años se han lanzado 120 fondos que invierten en el gigante asiático, la mitad del total.
No es el único emergente que ha ganado peso en las carteras de los gestores cuyo universo de inversión es global. Tambiíén uno de sus compañeros del grupo BRIC, Rusia, se ha ganado la confianza de los expertos en gestión de activos. Es cierto que sólo destinan un 0,35 por ciento a los títulos rusos, pero esta cifra es un 200 por ciento superior a la que ocupaban los valores rusos en sus carteras hace tan sólo seis años. Muy superior es el aumento que ha tenido el país caucásico en la capitalización bursátil mundial. Comenzó el año 2000 con una representación similar a la de China, 0,09 por ciento, y ahora cuenta con un 1,91 por ciento de protagonismo en el mercado bursátil mundial. Sin embargo, no es uno de los parquíés que más recomienden los expertos. Desde Self Bank, reconocen que no incluirían en una cartera a Rusia porque es muy volátil, al subir cuando sube el petróleo, y al revíés. Una opinión compartida por Profim, que califica a Rusia como el emergente "más peligroso".
No sucede lo mismo con sus colegas de grupo. Tanto China como Brasil copan las recomendaciones de los expertos. "El mercado más atractivo en Latinoamíérica es Brasil. Su valoración no es excesiva", afirma tajante Mark Mobius, presidente de Franklin Templeton y gurú de la inversión en mercados emergentes, a Bloomberg. Desde Citi incluso esperan que en el año 2015, Rusia, India y Brasil sobrepasen en crecimiento a países desarrollados como Italia y Francia. "Hemos mejorado nuestra previsión de crecimiento para Brasil, hasta el 5,9 por ciento, frente a nuestra anterior estimación del 5 por ciento. Sería el mayor desde el año 2007", afirma David Lubin, analista del banco norteamericano.
Repliegue europeo
En todo partido que se precie siempre que hay ganadores, hay vencidos. Y en el partido que se juega por la capitalización bursátil mundial, tambiíén. Europa se ha convertido, muy a disgusto, en el protagonista. Y es que Gran Bretaña, los Países Bajos y Alemania son los europeos que más peso bursátil han perdido en los últimos diez años al caer entre el 23 y el 45 por ciento.
Pero, sin duda, es Japón el gran perdedor. Su mercado de acciones, que encadena ya varias díécadas píérdidas, no logra mantenerse en el segundo puesto del ranking de capitalización mundial, como consecuencia de que íésta ha caído del 10,7 por ciento del total, hasta el 7,24 por ciento, un 33 por ciento menos. Es China, que está llamada a sustituirle como la segunda economía mundial, la que ya le arrebata el segundo puesto del parquíé.
¿No hay entonces ningún país desarrollado que haya incrementado su peso en el parquíé mundial en los últimos diez años? Sí, y unos cuantos. En Europa la excepción la pone, precisamente, España. Ha conseguido esquivar esta tendencia a la baja en el Viejo Continente, y ha incrementado ligeramente su protagonismo, aunque no logra romper la barrera del 2 por ciento, que todavía se le resiste, y tiene que conformarse con el 1,89 por ciento.
Canadá es la excepción del mercado norteamericano. El hecho de que sus bancos fueran unos de los que se vieron menos perjudicados por la crisis de las subprime y su correlación con el mercado de materias primas (es uno de los principales exportadores) le han llevado a duplicar su peso en la capitalización mundial hasta tal punto que ya supera la de varios países europeos. Tambiíén las materias primas, y su negocio en mercados emergentes, han aupado a Australia. Sus títulos equivalen ahora al 3,48 por ciento del mercado mundial, frente al 1,38 por ciento del año 2000. Además, su peso en los fondos globales se ha incrementado un 34 por ciento en seis años.