Por... SCOTT LANMAN
Ben S. Bernanke, que obtuvo la aprobación del Senado de Estados Unidos para un segundo tíérmino como presidente de la Reserva Federal frente a un número sin precedentes de opositores, quizá tenga ahora una lucha más ardua contra las amenazas al banco central en sí.
Los legisladores tienen ante sí un proyecto que haría a un lado el escudo que hasta ahora ha impedido al Congreso auditar la política monetaria y que privaría a la Fed de sus poderes de supervisión bancaria, medidas a las que Bernanke se opone.
El debate sobre el desempeño de Bernanke ha centrado la atención de los legisladores en los poderes de la institución, dijo Vincent Reinhart, un ex funcionario de la Fed. El escrutinio llega en momentos en que los políticos responden a la ira popular por los rescates gubernamentales de las firmas de Wall Street, incluso el papel de la Fed en los rescates de American International Group Inc. Citigroup Inc.
``No concibo que no llegue a haber un proyecto por separado o alguna pieza legislativa llamada Ley de Reforma de la Reserva Federal del 2010'', dijo Reinhart, ex director de asuntos monetarios bajo Bernanke.
El Senado votó el jueves 70-30 a favor de confirmar a Bernanke a un tíérmino de cuatro años a partir del 1 de febrero, despuíés que los funcionarios de la Casa Blanca tomaron medidas para apuntalar el apoyo que había vacilado la semana pasada.
Bernanke recibió la mayor cantidad de votos en contra de un presidente de la Fed en funciones desde 1978, cuando el cargo quedó sujeto a confirmación del Senado. En 1983, Paul Volcker fue confirmado para un segundo tíérmino por votación de 84-16. Antes de 1978, el Senado votaba si confirmar los miembros del Consejo de Gobernadores de la Fed, y el presidente del país escogía al presidente del banco central de entre ellos.
``La oposición a Bernanke no es por la persona'', dijo Reinhart, acadíémico residente del American Enterprise Institute en Washington. ``Demuestra la desconfianza del público hacia la institución''.
Las acciones, los bonos y el dólar de EEUU caerían si los inversionistas percibieran que el Congreso viola la independencia del consejo que sienta la política monetaria, ha dicho un ex gobernador de la Fed, Laurence Meyer, vicepresidente de Macroeconomic Advisers LLC.