El banco central de Australia ha sorprendido al mercado al mantener los tipos de interíés en el 3,75% despuíés de tres subidas consecutivas. La decisión se ha tomado porque el gobernador Glenn Stevens ha decidido apoyar el crecimiento económico y ocuparse de la inflación más adelante, según ha explicado hoy la entidad.
El consenso de analistas consultados por Bloomberg esperaba que la entidad elevase la tasa en 25 puntos básicos. La decisión del banco ha llevado al dólar australiano a su mínimo de seis semanas. Matthew Johnson, analistas de UBS en Sidney explica que el mensaje que ha lanzado la autoridad monetaria australiana es que "aunque las cosas están mejor de lo que pensábamos, todavía no hemos salido del bosque".
Stevens ha declarado que se ajustará el precio del dinero para mantener la inflación dentro del objetivo marcado por la entidad del 2-3% "si las condiciones económicas evolucionan como se espera".