INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: ¿Serán los bonos griegos las nuevas subprime?  (Leído 444 veces)

anna

  • Visitante
¿Serán los bonos griegos las nuevas subprime?
« en: Febrero 02, 2010, 09:25:59 am »
¿Serán los bonos griegos las nuevas subprime?

Fuente: El Economista

Las autoridades griegas han culpado a los especuladores del mercado de la caí­da en picado que se ha visto en el precio de los bonos helenos en los últimos dí­as. Esta afirmación, si se tiene en cuenta además la creciente preocupación de los inversores, puede ser cierta en parte. Pero sólo es una parte de la historia.

Muchos inversores, especialmente los bancos, que son grandes compradores de deuda gubernamental, ya no apuestan por que las perspectivas del sistema financiero griego puedan mejorar, y van deshaciendo posiciones en este papel sin defender su valor, apunta el portal financiero MarketWatch.

Estas entidades se han dado cuenta de que los bonos públicos de Grecia y otras naciones son activos en realidad más arriesgados de lo que en un principio parecí­a.

Para cubrirse, estos inversores institucionales están o bien recurriendo a esas ventas de papel, o bien comprando CDS (Credit Default Swaps, seguros contra el riesgo de impago de activos de renta fija), lo que además está provocando que se dispare el precio de estos tí­tulos.

Ríécord en CDS
El pasado jueves, el precio del CDS griego alcanzó un máximo histórico de 4.225 puntos porcentuales, según datos del proveedor CMA DataVision. Esto significa que el coste de asegurar, por ejemplo, deuda helena por valor de 10 millones de dólares, asciende a 422.500 dólares por año, frente a los 338.000 de hace sólo una semana.

Por si fuera poco, esto tiene una doble lectura. Y es que algunas entidades pueden estar comprando CDS simplemente para compensar los seguros que vendieron a otros inversores, con toda probabilidad hedge funds, cuando los tiempos eran buenos y las preocupaciones por la estabilidad de la zona euro parecí­an de risa.

Ahora, que muchas de esas operaciones están siendo desveladas, el mercado de CDS se ha vuelto inusualmente volátil.

Miedo a los recortes de 'rating'
¿Por quíé están estos grandes inversores actuando justo ahora? Quizá porque tienen miedo de las bajadas de rating soberano que pueden avecinarse, especialmente en Portugal, que la semana pasada sorprendió al mercado presentando una cifra de díéficit público a cierre de 2009 mucho mayor de lo esperado.

Si la calificación de un paí­s baja demasiado, los bonistas se pueden ver obligados a vender. Y si el bonista es un banco, la venta puede hacer que tenga que provisionar más capital para aplacar las preocupaciones y exigencias de los reguladores, explica MarketWatch.

Tambiíén hay que tener en cuenta que no es necesariamente fácil vender cuando uno quiere. La semana pasada es un ejemplo claro y reciente: como los inversores no podí­an vender sus bonos, porque no habí­a demanda, se dedicaron a comprar CDS sobre la deuda griega, haciendo que el precio de estos contratos perforara su techo.

Dejá ví¹ de alto riesgo
Todo esto recuerda, y mucho, a lo sucedido con el mercado de las hipotecas subprime (de alto riesgo) en Estados Unidos y sus CDO (Collateralized Debt Obligations).

Entonces, las entidades y los grandes inversores empezaron a mostrarse pesimistas con los ratings y optaron o bien por tratar de vender, o por cubrirse con seguros sobre sus inversiones.

"Esto ya lo hemos visto. Estamos viendo un revival de lo que pasó con los CDO", alerta Brian Yelvington, estratega de renta fija de la firma Knight Libertas.

Desestabilizadores potenciales
Está bien que los bancos traten de reducir sus riesgos, pero este proceso puede implicar que trasladen esos riesgos a los gobiernos. Si los inversores presionan muy al alza el precio de los CDS de paí­ses europeos, todo el mundo saldrá perdiendo, ya que desestabilizarán el mercado de deuda soberana de la región.

Eso significarí­a una repentina crisis de financiación para naciones que se enfrentan a grandes desafí­os fiscales, como es el caso de Grecia y Portugal. Al final, no es más que cortar las maltrechas alas a unas naciones a las que esta ví­a puede ser la única para volver a ser lo que fueron.