Pues parece que la farsa toca a su fin porque a Zapatero y a sus muchachos del circo se les ha acabado la credibilidad internacional.
La cosa es gravísima porque en el foro de Davos, en donde se reúnen todos los que tienen algo que decir en materia de economía, España está recibiendo un chorreo considerable. Y eso que Zapatero acudió allí con todos los que saben algo del tema para tratar de salvar los muebles. Esta semana Boudini, que está considerado uno de los máximos gurús de la economía desde que predijo la crisis financiera mundial un año antes de que se produjese, ha dicho de nuestro país que representa un riesgo inminente para la Unión Europea. Y la opinión de este tío tiene repercusión mundial.
Antes de esto los grandes bancos mundiales (HSBC y Deutsche Bank) han recomendado a los inversores que se deshagan de la deuda pública española por el alto riesgo de impago. Y la prestigiosa e influyente prensa económica inglesa y norteamericana están destapando el escándalo de la falsificación de los balances de la banca española. En las dos últimas semanas la bolsa se ha desplomado y los bancos se han llevado la peor parte por la desconfianza que suscitan.
Incluso aquí en España se está empezando a romper la mordaza informativa impuesta por el Gobierno, el Banco de España y todas las entidades financieras e inmobiliarias implicadas en el engaño. La Asociación Hipotecaria Española dice abiertamente que los bancos no van poder recuperar más de 300.000 millones de príéstamos hipotecarios. Tambiíén lo ha dejado caer el BBVA, que hasta ahora se había dedicado a secundar la mentira oficial. Como consecuencia, no serán capaces de devolver el dinero que les han prestado los bancos extranjeros. El año pasado tuvimos que avalarlos para que les concediesen un aplazamiento y este año van a solicitar otro aval de 50.000 millones para hacer lo mismo. Esto significa que están trasladando su deuda a nuestras espaldas. Algunos ya empiezan a sugerir impúdicamente que el Estado debe hacerase cargo de su agujero.
Los presupuestos generales del Estado para este año son una bomba de relojería. La financiación de casi la mitad del gasto dependerá de que consigan dinero en los mercados internacionales de capitales. Pero por lo dicho antes, la deuda española apesta. La mitad del fondo de reserva de nuestra Seguridad Social ya está invertido en esa deuda. Ahora están lanzando una campaña publicitaria para vender deuda a los ciudadanos (letras, bonos y obligaciones). ¡Cuidado!
La cruda realidad se impone de repente: hay que reducir drásticamente los gastos y conseguir ingresos de donde se pueda. Para ello se proponen medidas acojonantes:
* Declarar indisponibles (que no se pueden gastar) unos 50.000 millones de € de los presupuestos generales reciíén aprobados. Con esto se demuestra la gran previsión del gobierno y de los grupos que lo apoyaron a cambio de generosas mordidas.
* Apretar el cinturón a las comunidades autónomas para que sean ellas las que asuman el sacrificio. Y eso a pesar de que con la reforma del sistema de financiación el año pasado les prometieron más dinero. ¡Con dos cojones!
* Vender por unos 37.000 millones Loterías y Apuestas del Estado, o lo que es lo mismo, vender las joyas de la Corona.
Por lo de pronto se acabó la deducción de los 400 €. Consultad la nómina de este mes y ya veríéis la sorpresa. Y los pensionistas hacen fu porque les aumentaron un 1% la pensión, pero tambiíén les quitaron la deducción y con ello se les ha incrementado la retención entre un 2 y un 3 %. Lo único que entienden ellos es que este mes la gran mayoría ha cobrado menos. Para rematarlo les han subido una burrada la luz, el gas y las tasas e impuestos municipales, que están totalmente desbocados.
Y las sorpresas que vienen porque, despuíés de insistir en que la Seguridad Social está saneadísima, están a punto de presentar una propuesta de reforma que nadie sabe por dónde va. Se sospecha que el superávit está infladísimo y la mitad de los 60.000 millones del fondo de reserva se han invertido en deuda española.