¿Se quedaron calvos los economistas del FMI recetando bajadas de sueldos?
Hablar por no callar. La incompetencia de la mayoría de los economistas se manifiesta de forma cruel: no vieron venir la crisis, no supieron explicarla cuando estalló, no encuentran solución para salir de ella. ¿A quíé se dedican entonces? A lo mismo que toda la clase política: cobrar a final de mes y pedir peras al olmo. Los ciudadanos de los denostados PIGS se desayunaron ayer con la predica económica del FMI, recetándoles dieta de ajo y agua.
Al actual Director General del FMI, el galo Dominique Strauss Khan no le vendría mal volver a leer a los clásicos de la literatura francesa. La retórica que envuelve muchos de estos crueles diagnósticos económicos ya la describió Jean Lafontaine en una imperecedera fábula titulada “Los animales enfermos de la Pesteâ€. Más importante que hallar remedio alguno a la crisis es dar con el borrico que cargue con las culpas.
Para los grandes “economistas†del siglo, nobelizables en cualquier momento, la rebaja de los salarios en países como España, Portugal, Grecia o Italia viene a sustituir el mecanismo de las devaluaciones competitivas con el cual estas sociedades restablecían periódicamente los desajustes de su economía. En esa línea de pensamiento, Paul Krugman argumentaba hace escasas fechas que España necesita “bajarse†el sueldo un 15% para recuperar la competitividad perdida. Suena bien, pero ¿tiene sentido?
Basta una sencilla demostración por el absurdo para el sonrojo. Si la bajada de salarios sustituye el mecanismo de la devaluación competitiva, entonces la rebaja deberá ser periódica. Lógicamente, a una devaluación del 75% de la moneda en 30 años, corresponde una futura rebaja del 75% de los salarios reales en las próximas 3 díécadas. La receta del FMI implica reconocer y aceptar que los “cochinos†ciudadanos de la Europa del Sur cobren cada año un 5% menos que el anterior. Aceptar que en el año 2050, el salario mínimo de un trabajador alemán sea de 3000 euros al mes, y el de un portuguíés o un español, de 300 euros.
¿Tiene sentido la bajada de los sueldos para “ganar†competitividad, o es un ardid? ¿A quiíén le interesa que los países del Mediterráneo se instalen en un estado de Deflación Crónica? ¿Mejoraría la economía española si todos los trabajadores cobrasen la mitad, o seguiría exactamente igual? ¿Cobrar la mitad, pagar el doble de impuestos: el camino directo a la economía sumergida? ¿Deberían los PIGS hacer un frente común en la UE en defensa propia?