Nunavut, Canadá (AP) .- Una crisis desatada en Europa por las deudas insostenibles de los gobiernos generó nueva inestabilidad en los mercados y se puso primera en el temario de los líderes de las finanzas globales que se reúnen el sábado en otro rincón del mundo, en este pueblo del Artico canadiense.
Los ministros de finanzas y directores de los bancos centrales del Grupo de los Siete, las principales economías industrializadas, tambiíén dirimirán sus diferencias sobre las reformas a la industria financiera. Como contexto aparecen las advertencias de que la titubeante recuperación económica puede verse frenada por medidas unilaterales como el plan del presidente estadounidense Barack Obama de dividir las operaciones de los grandes bancos.
El ministro de Finanzas canadiense Jim Flaherty, anfitrión de la reunión, espera que el sitio que eligió, la lejana población de Iqaluit, con 7,000 habitantes y temperaturas que pueden caer muy por debajo de los cero grados en febrero, sirva para que los funcionarios se concentren en los debates.
Por Estados Unidos, asistían el secretario del Tesoro Timothy Geithner y el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke. El G-7 tambiíén incluye a Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia. Los debates se centrarían el sábado en la actualidad de la economía global, la reforma financiera y las propuestas de condonar más deudas al devastado Haití.
La reunión concluirá con una conferencia de prensa conjunta la tarde del sábado. El viernes, para romper con la rutina, varios de los visitantes salieron a pasear por el hielo en trineos tirados por perros.