El rebote de ayer en Europa -especialmente pronunciado en nuestro sufrido Ibex- tiene pinta de tener las patas bastante cortas. Wall Street recayó con fuerza anoche al cierre, y en una situación de tanto nerviosismo y volatilidad, eso debería traducirse en una vuelta a los descensos en nuestros mercados que puede ser incluso violenta. La apertura de hoy promete ser movida.
Despuíés de luchar durante buena parte de la sesión por mantener el signo positivo, el Dow Jones acabó bajando el 1,04% y, lo que es más relevante, perforó los 10.000 puntos que con tanto esfuerzo había salvado la semana pasada. Cerró en 9.908. El S&P 500 se dejó el 0,89% y el Nasdaq, el 0,7%.
Ayer no hubo referencias económicas ni resultados de empresas importantes en EEUU, por lo que sólo cabe achacar esta recaída a los temores sobre la deuda de los países perifíéricos europeos, en especial los españoles. Los medios norteamericanos tambiíén citaban la preocupación ante la comparecencia de Bernanke en el Congreso el miíércoles para detallar la estrategia de retirada de los estímulos monetarios extraordinarios.
El euro volvió a bajar frente al dólar, aunque de una forma mucho más moderada despuíés de los desplomes de la semana pasada. Cerró en 1.3654 dólares. El petróleo, no obstante, repuntó hasta 71,65 dólares y el oro mejoró hasta 1.063,9. Los bonos aprovecharon la caída de la bolsa con una nueva subida en precio que hizo bajar su rentabilidad hasta el 3,59%.
La sesión de hoy volverá a estar dominada por la deuda europea, aunque tambiíén conoceremos los resultados de Coca-Cola y Disney, y los inventarios en EEUU.