En tiempos de escasez de críédito para nuevos proyectos, Ferrovial ha ampliado su capacidad de inversión en el mercado de concesiones de Reino Unido mediante un acuerdo estratíégico con el fondo holandíés Dutch Infrastructure Fund (DIF).
A travíés de Amey, la filial especializada en la prestación de servicios y mantenimiento de infraestructuras, el grupo español ha constituido una sociedad, denominada Amey Ventures, en la que DIF participa como socio financiero tras adquirir un 49% del capital.
La nueva empresa está formada por una decena de activos adjudicados a Amey en los últimos años, entre los que sobresalen instalaciones judiciales, escolares, gestión de carreteras y mantenimiento integral de edificios administrativos, como el Ministerio de Defensa británico.
Los tíérminos de la transacción no se han hecho públicos, pero el valor estimado de los activos asciende a más de 300 millones de libras (unos 342 millones de euros).
Fuentes de Amey explican que la transacción permite a la empresa “tener un fuerte socio financiero para su actual portfolio de concesiones y mejora su posición para futuras inversionesâ€.
En 2008, la nueva filial facturó 167 millones de libras y logró un beneficio operativo de 3,3 millones. Estas cifras darán un salto significativo si Amey cierra un acuerdo con el Ayuntamiento de Birmingham para gestionar 2.500 kilómetros de carreteras y el alumbrado público en esta ciudad británica.
La filial de Ferrovial negocia en exclusiva ese contrato, por el que podría facturar 2.700 millones de libras en 25 años. La alianza con DIF reforzará la posición de Amey para afrontar esa concesión, que en los primeros cinco años exigirá fuertes inversiones, según la empresa británica. DIF, fondo creado en 2005, gestiona una cartera de unos 300 millones de euros en concesiones de servicios y de energías renovables.
Para Ferrovial, el acuerdo con DIF resuelve dos de los factores de riesgo que pesan sobre los grupos de infraestructuras por culpa de la crisis de críédito. La compañía fortalece su estructura de capital para seguir compitiendo en un área que exige fuertes desembolsos al inicio del negocio.
En este tipo de contratos, basados en fórmulas de colaboración público-privada (PFI o PPP, en sus siglas en inglíés), los accionistas aportan el 30% del capital (equity) y el resto se financia con recursos ajenos (príéstamos bancarios) que cuentan con la garantía del propio proyecto.
La alianza con DIF, firmada a mediados de enero, tambiíén supone una oportunidad para que Ferrovial desconsolide una parte del endeudamiento asociado a su filial británica, que ascendía, al final de 2008, a 270 millones de libras. En el último año, la compañía controlada por la familia del Pino ha recurrrido a este tipo de tíécnica contable para reducir la deuda neta del grupo, que, hasta septiembre de 2009, se situaba en 22.000 millones de euros.
Cambio de perfil
En 2009, Ferrovial modificó el perímetro de consolidación de su autopista Indiana Toll Road (EEUU), un peaje en Grecia, la carretera M-45 y la concesión a 30 años del Metro de Londres a travíés de Tube Lines. En tíérminos contables, estos cambios supusieron una reducción de la deuda de 3.000 millones de euros.
Este giro tambiíén encaja con las líneas de actuación impuestas por la dirección del grupo, más conservadoras. La compañía exige a cada proyecto unos umbrales de rentabilidad y, por regla general, ha decidido no presentarse a proyectos de privatización. Su objetivo en materia de gestión privada de infraestructuras son los green field, proyectos en los que el grupo participa desde cero en el diseño, construcción y gestión posterior de la infraestructura.
A este planteamiento, responden alguna de las últimas decisiones de la compañía, que ha rescindido voluntariamente el contrato de una autopista de peaje en sombra en Galicia y otro corredor de pago en Polonia.