Solbes vislumbra ahora unas perspectivas más sombrías para la economía española
Pasadas las elecciones, Pedro Solbes augura unas perspectivas más complicadas para la economía española. El ministro ve difícil crecer el 3,1% previsto oficialmente, y considera razonables tasas próximas al 2,5%. Tambiíén pone en riesgo el objetivo de bajar del 3% de inflación, y descarta medidas de emergencia para las inmobiliarias, aunque aprecia problemas crediticios en algunos sectores.
En una entrevista concedida hoy a Reuters, Solbes ve improbable que la economía española concluya 2007 con un ritmo de crecimiento del 3,1%, tal y como se establece en las estimaciones oficiales del Gobierno.
"Yo creo que es indudable que hay una clara desaceleración. Cuando vemos lo que está sucediendo en la economía mundial y en la economía europea y en las últimas cifras que vamos viendo de unos y otros analistas, tenemos que pensar que la cifra estará por debajo de lo que inicialmente habíamos previsto".
En la coyuntura actual, la tasa de crecimiento podría bajar ampliamente del 3%. "En estos momentos, los analistas están hablando más bien de 2,5%, 2,6%, 2,7%, alguno del 2,4%", ha añadido.
Las perspectivas son igualmente complicadas para la inflación. En la entrevista, Solbes admite que el panorama se había complicado en los últimos tiempos, y no descartó la posibilidad de que la inflación no logre terminar este año por debajo del 3%. En este sentido, ha señalado que "ahora tengo alguna duda mayor", y aunque "íése es nuestro deseo, estar por debajo del 3%", "hoy esa preocupación es mayor que hace unas semanas". Al final, agrega, "va a depender de lo que suceda con el petróleo y lo que suceda con la alimentación en la segunda parte del año".
Lo que ha descartado "absolutamente" Solbes es que el paro alcance tasas de dobles dígitos. En el cuarto trimestre de 2007 subió al 8,6%, un porcentaje que según el propio ministro podría registrar algún repunte adicional, pero que en ningún caso alcanzaría el 10%.
En la entrevista, Solbes reconoce la existencia de problemas financieros en algunos sectores de la economía española, pero rechaza la posibilidad de de adoptar medidas de emergencia sobre el sector ligado al ladrillo, tales como príéstamos de carácter estatal a las firmas inmobiliarias y de construcción, para combatir el freno en estas industrias. Las reformas previstas, añade, irán encaminadas a mejorar los problemas de productividad.