Las compañías fabricantes de pantallas de cristal líquido y de semiconductores de Taiwán recibirán en breve autorización para que se instalen en China, informó el miíércoles un funcionario.
La medida supone un intento de Taiwán para forjar vínculos más estrechos con la parte continental y para impulsar la lenta economía de la isla, a decir de los analistas.
El gobierno de Taiwán desea que las compañías de la isla aprovechen la mano de obra barata de la parte continental de China pero impondrá restricciones en cuanto al tipo de fábricas a las que autorizará que inviertan en territorio chino por temor a que haya transferencia de tecnología.
El viceministro de Asuntos Económicos, Huang Jung-chiou, dijo que el gobierno de Taiwán autorizará la instalación en China de un máximo de tres fábricas "de sexta generación" de pantallas de cristal líquido o de generaciones más avanzadas, a condición de que esa tecnología sea al menos una generación anterior a la utilizada en Taiwán.
Otra condición será que las compañías que inviertan en China hayan avanzado hacia fábricas de la siguiente generación en la isla.
Las fábricas de sexta generación de pantallas de cristal líquido pueden producir monitores de 1.500 milímetros por 1.850 milímetros (59 por 73 pulgadas) y están muchas generaciones atrás de la tecnología más reciente.
No habrá restricciones a las fábricas que utilicen una tecnología más antigua, expresó Huang.
El funcionario dijo que Taiwán tambiíén autorizará a las compañías de semiconductores locales a que compren una participación en sus contrapartes chinas o que se fusionen con ellas, siempre y cuando la tecnología de producción utilizada por las empresas chinas sea al menos dos generaciones más antigua que la utilizada en Taiwán.