Una díécada tras las puntocom
Publicado por D. Esperanza / A. Redondo
Hace casi diez años, el 10 de marzo del 2000, el índice tecnológico estadounidense Nasdaq marcó un máximo en 5.135 puntos. Un año antes, cotizaba a 2.406 puntos. En el caso del Ibex, el 6 de marzo de ese año tocó los 12.800 puntos, el nivel más alto de su historia despuíés de haber escalado un 25% en 12 meses.
Esos máximos supusieron un punto de inflexión en la historia bursátil reciente. La burbuja de las puntocom explotó, lo que sumió a las bolsas en un periplo de caídas que duró tres años. En el índice español, los descensos se sucedieron hasta el 9 de octubre de 2002, cuando marcó su nivel más bajo en la crisis, en 5.364,5 puntos.
Orígenes bursátiles
La burbuja puntocom tuvo denominación de origen bursátil, y no económica. Tanto inversores como analistas se dejaron llevar por el amplio abanico de oportunidades que ofrecía Internet y las empresas tecnológicas. Se calcula que, en apenas dos años, entre 1999 y 2000, se llegaron a lanzar más de un millar de empresas con apellido puntocom en España.
Para David Ardura, subdirector de gestión de Gesconsult, el principal error radicó en que los inversores pagaron múltiplos muy altos por unas expectativas que no tenían nada que ver con las prestaciones reales ni con los verdaderos activos de la empresa. Un ejemplo de ello es Yahoo! Victoria Torre, responsable de análisis y producto de SelfBank, explica que «mucha gente se pregunta quiíén fue tan ingenuo de pagar acciones de Yahoo! a 200 dólares en diciembre de 1999, lo cual implicaba un PER (relación precio/beneficio por acción) de 800 veces».
Esta experta señala que en septiembre de 2001, la compañía tocó los 9 dólares, «lo cual representaba todavía un nada desdeñable PER de 89 veces». Actualmente, Yahoo! cotiza a unos 15 dólares. «Aquella crisis nos enseñó que tenemos que tener los pies en la tierra constantemente», afirma Ardura.
Y es que la historia de las empresas tecnológicas no fue sino un inmenso castillo de naipes. No había previsiones de resultados, pues sus negocios eran tan incipientes que no lograban siquiera beneficios. Todo estaba en ciernes. Sin embargo, el mercado había apostado a caballo ganador.
El Ibex se encuentra un 20% por debajo del máximo que marcó en 2000
Ante esta situación, Pablo García, director de análisis de Oddo Securities, explica que los analistas incurrieron en el error de utilizar el míétodo de valorarción mediante comparables. Consiste en calcular el valor justo de una acción en función de los precios de sus competidores. Ello llevó a una «cascada de valoraciones infundadas» que inflaron todavía más las cotizaciones de las puntocom.
A esta situación, ya de por sí complicada, se sumó el que el resto de compañías intentaran tambiíén beneficiarse del tirón puntocom. «Había compañías como Red Elíéctrica o Telepizza, que nunca se habían dedicado a la tecnología, pero que por el simple hecho de poner un servicio relacionado con las puntocom, subían irracionalmente en el mercado», asegura Ardura. Las cifras hablan por sí solas.
En apenas mes y medio, Telepizza se revalorizó un 156%, desde principios de febrero del 2000 al 24 de marzo del mismo año, día en el que la compañía marcó su máximo histórico. Red Elíéctrica subió más de un 150% en cuatro meses, desde febrero a junio.
Pero, sin duda, el paradigma de aquella burbuja en la bolsa española fue Terra. La filial de Internet de Telefónica debutó en bolsa en noviembre de 1999 a 11,81 euros. Subió como la espuma, hasta tocar los 157 euros en febrero de 2000. Sin embargo, el pinchazo de la burbuja supuso el fin en su historia de íéxitos bursátiles. «Telefónica terminó haciendo una OPA de exclusión sobre el 62% que no controlaba de la empresa, y la gran decepción para los inversores fue el precio de la misma, 5,25 euros, por debajo se su precio de salida», apunta Torre.
En los tres años que duró la crisis, las bolsas cayeron de media un 20% anual
Recuento de víctimas
La burbuja dejó cientos de cadáveres por el camino. Así, en EEUU, compañías como Equality, que repartía chocolatinas a domicilio; el servicio de telefonía AOL-Avan; o la plataforma de comercio electrónico BTB Factory tuvieron que abandonar sus negocios virtuales. Muchas otras desaparecieron de los mercados. En España, huyeron de la ya mencionada Terra, Telefónica Móviles o TPI, todas ellas absorbidas por su matriz, Telefónica.
Por otro lado, el estallido de la burbuja puntocom marcó el final de la mayor tendencia alcista de la historia bursátil. El Ibex llevaba cinco años, desde 1994 a 1999, acumulando revalorizaciones importantes. En ese periodo el índice ganó más de un 270% y los inversores habían dejado de lado los riesgos que tambiíén entraña la bolsa.
«Los inversores estaban acostumbrados a importantes subidas en sus apuestas y la crisis de las puntocom dejó patente los riesgos que tambiíén conlleva la inversión bursátil», señala Ardura.
Diez años despuíés de aquello, los índices todavía no se han recuperado. El Nasdaq estadounidense ronda los 2.100 puntos, a un 59% de sus máximos históricos. En cuanto al Ibex, que marcó máximos en 2007, está en 10.200 puntos, a un 20,31% del pico de marzo de 2000.
En cuanto a valores, a día de hoy, trece compañías del índice General aún no han logrado reponerse del golpe y siguen lejos de sus máximos de entonces. Entre las empresas que aún no han recuperado los máximos de la burbuja destacan Prisa y Tecnocom. Las perspectivas incumplidas de sus negocios online supusieron un fuerte varapalo para sus cotizaciones. En el resto de casos, la mayoría de las compañías tuvo que esperar hasta 2007 para volver a conquistar sus cotas más altas.
Nuevas burbujas
Críédito
Las numerosas emisiones de deuda realizadas en el último año hacen dudar a los expertos sobre la capacidad del mercado para absorverlas.
Materias primas
Las buenas perspectivas de consumo de los países emergentes y los anhelos de recuperación económica en Occidente han impulsado los precios de los recursos básicos en los últimos meses.
Mercados emergentes
Su solidez frente a la crisis ha llevado a muchos inversores a apostar en las bolsas de estos países, que acumulan fuertes revalorizaciones en los últimos dos años.