INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Colombia: la guerra por el coltan...  (Leído 397 veces)

OCIN

  • Moderador
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 95.701
  • Karma: +8/-12
  • Sexo: Masculino
Colombia: la guerra por el coltan...
« en: Febrero 14, 2010, 12:30:13 pm »
Este mineral estratíégico para la alta tecnologí­a, que ha causado muerte en ífrica, está en la mira de las grandes potencias. Mientras Venezuela militarizó sus yacimientos, en Colombia están a merced de contrabandistas de la Orinoquí­a.

Artí­culo publicado el sábado 21 de noviembre en el sitio web semana.com de Colombia.

Una nueva Vorágine está a punto de comenzar. Además de la forma rápida como la última gran reserva de tierra del mundo está empezando a ser comprada, colonizada y modificada, las evidencias de yacimientos de coltan en la Orinoquí­a, especialmente en Vichada, Guainí­a y Vaupíés, han generado una ola de comerciantes, especuladores y grupos armados alrededor de un negocio que sólo este año podrí­a mover más de 40 millones de dólares. Y es sólo la punta del iceberg.

En la mente de la mayorí­a de los colombianos el coltan sólo empezó a existir hace un par de semanas, cuando el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció el descubrimiento de un gigantesco yacimiento cerca de la frontera con Colombia. El mandatario ordenó militarizar la zona del Orinoco para proteger ese mineral estratíégico y, según íél, evitar que traficantes colombianos siguieran extrayíéndolo y vendiíéndolo al ‘imperio’.

Lo cierto es que desde hace unos cuatro años este mineral está siendo extraí­do en varias regiones del oriente de Colombia para exportarlo a comercializadores internacionales. Tanto, que hace un par de meses se filtró la noticia de que una empresa habí­a pedido a Ingeominas permiso para extraer un coltan de excelente calidad en 35.000 hectáreas entre Vichada y Guainí­a. Otras cuatro licencias están en camino.

El coltan es principalmente una combinación de columbio y tantalio, dos minerales que pasaron de curiosidad geológica a ser cruciales en el desarrollo de todo tipo de equipos electrónicos. Es conocido en el mundo como el ‘oro azul’, el petróleo del barro o el nuevo maná. El 80 por ciento de las reservas está en el Congo, y el resto estarí­an repartidas en Australia, Brasil, China y, últimamente, Venezuela, Bolivia y Colombia

Lo que hacen las seis plantas procesadoras que hay en el mundo es triturar el coltan y extraer entre otros tantalio y niobio, con el que se hacen condensadores y chips indispensables para los telíéfonos celulares, computadores, iPods, mp3, GPS, juegos de consolas, satíélites, armas teledirigidas, centrales atómicas y trenes magníéticos de alta velocidad.

Gracias a estos minerales el mundo ha podido ver en los últimos años una reducción del tamaño de estos aparatos, pues el tantalio es un mineral ideal por ser un superconductor a elevadas temperaturas, tiene capacidad para almacenar carga elíéctrica temporal y liberarla cuando se necesita, además de ser resistente a la corrosión.

El lado negativo ha sido la violencia que ha desatado su extracción. En ífrica, especialmente en el Congo, el dinero del coltan, cuya tonelada puede costar entre 60.000 y 100.000 dólares, ha sido el combustible de un conflicto multilateral (llamado la guerra mundial de Africa) en la que han muerto cientos de miles de personas, otras tantas han sido desplazadas y se ha producido un desastre ambiental que tambiíén involucra a los paí­ses vecinos. Las milicias enfrentadas luchan entre sí­ por el monopolio del coltan y otros minerales en una espiral interminable de violencia.

Tanta ha sido la sangrí­a, que desde hace tres años es prohibido comprar coltan del Congo. Sin embargo, el mineral sale de contrabando desde paí­ses como Ruanda y Uganda, especialmente a Estados Unidos, Alemania, Holanda, Bíélgica y Kazajistán.

Esa es una de las muchas jugadas que los intereses comerciales de grandes paí­ses han hecho para mantener sus existencias de este mineral. Por su parte China busca, por medio de sus empresas, apoderarse de la producción de las minas de coltan mediante la compra de los tí­tulos de las minas.

Así­ parece que sucederá en Bolivia, donde ya fue encontrado un yacimiento que será entregado en concesión. Y tambiíén podrí­a pasar en Colombia, donde según una fuente que tiene intereses en la región, los chinos están tras la búsqueda del mineral y ya tienen sus ojos puestos en probables yacimientos en el Vichada, especialmente en la producción de resguardos indí­genas de la Orinoquí­a.

Esa fuente contó a SEMANA que hace unos tres años un puñado de comerciantes llegó hasta zonas de Vichada y Guainí­a para promover la explotación de coltan en regiones cercanas al Orinoco o sus afluentes. Como la minerí­a de este material no está reglamentada en el paí­s, los comerciantes se ampararon en registros falsos y en que parte de los yacimientos están en resguardos indí­genas para comprar y vender el producto. Mediante el barequeo en rí­os y laderas recogen el mineral, que despuíés es sacado a Bogotá, donde una tonelada puede costar entre 40.000 y 60.000 dólares. Algunos dijeron que los comerciantes tienen que pagar un impuesto de 2.000 a 2.500 dólares por tonelada a las autodefensas y la guerrilla que están en algunas de esas zonas.

Mensualmente se podrí­a estar exportando entre 10 y 25 toneladas de coltan, pero “con un proceso de legalización y tecnificación podrí­an superar las 300 toneladas mensuales”, dice Vladimir Villegas, uno de los fundadores de Coltan Sas, la única empresa legal creada en Colombia para comercializar este mineral. Esa sociedad le está pidiendo al gobierno que reglamente lo necesario para explotar y exportar el coltan, un negocio que hoy está al garete pero puede valer muchos miles de millones de dólares.

En efecto, en Colombia hay un gigantesco vací­o tíécnico y jurí­dico frente a este mineral. Por un lado, Ingeominas no tiene estudios confiables ni suficientes que determinen las zonas productoras, el alcance básico de las reservas y la forma como se deberí­a llevar a cabo su extracción y el pago de regalí­as e impuestos. Al ser interrogados sobre estos temas por SEMANA, los funcionarios de esa entidad estatal no dieron ninguna respuesta.

Por otra parte, según Luis Ignacio Ramos, abogado experto en el tema, como este mineral se recoge a cielo abierto, sin penetrar el subsuelo ni con un trabajo minero intenso, se puede alegar que es una minerí­a de subsistencia, que tiene muchas excepciones legales. A esto se suma que parte de la explotación actual se está haciendo en territorios indí­genas, en los que los gobernadores tienen autonomí­a.

Rafael Gómez, quien tiene un tí­tulo de arenas negras hace más de 10 años en el Guiña y ahora está trabajando con una comunidad indí­gena para obtener un tí­tulo minero para extraer coltan, dijo que en esta zona hay mineral, pero no en abundancia, como algunos han especulado. Un indí­gena de comunidades como Curarí­, Isana, por los lados de rí­o Iní­rida y Guarinuma puede extraer de dos a 10 kilos en un dí­a.

En todo caso, se requieren medidas urgentes para que este mineral estratíégico sea controlado por el Estado. Es necesario evitar que termine siendo un nuevo estí­mulo para los grupos ilegales que han dominado esos territorios, tal como ocurre en el Congo, y que llegue una oleada de aventureros que puedan arrasar con todo lo que encuentren por su paso. En juego hay miles de millones de dólares.

Pero mientras Chávez ordenó militarizar el yacimiento de coltan y declararlo bien nacional, las autoridades en Colombia apenas saben que existe.


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...