El críédito a las administraciones públicas es el único que fluye por la economía española. Mientras que el críédito para familias y empresas está en plena caída y sin visos de recuperarse en 2010, el concedido a la Administración por las ocho principales entidades españolas ha crecido un 24,1%, hasta los 44.359 millones, según cifras aportados por los bancos y las cajas.
Esto significa que la deuda ha aumentado en un año en más de 8.600 millones. En tíérminos absolutos, supone casi 1.500 millones más que un año antes, aunque en tíérminos relativos el alza en 2008 fue mayor, del 25,02%.
Sin críédito a familias
Estos aumentos contrastan con el parón del críédito a familias y empresas, que se ha ido estancado a medida que la economía se paraba. Hasta noviembre (último dato disponible), el críédito de bancos, cajas y cooperativas caía más de un 1%, hasta los 1,77 billones de euros, según los datos del Banco de España.
El volumen de financiación a las administraciones públicas supone sólo un 3,4% del total del críédito. En conjunto el dinero concedido por el sector financiero español asciende hasta noviembre de 2009 a 59.807 millones de euros, lo que supone una variación interanual del 39%.
Por tanto, bancos y cajas han mantenido la tendencia iniciada en 2008 en el segmento institucional. En los cuatro últimos años de bonanza económica (2003-2007) el saldo de críédito al sector público sólo creció un 19%, algo más de 6.000 millones en cuatro ejercicios. Desde entonces, la deuda de los ayuntamientos, comunidades autónomas y la Administración central con los bancos ha crecido en 21.000 millones. Aunque este tipo de financiación no supone un negocio central para bancos y cajas, las entidades lo han visto como un camino para crecer en críéditos.
Paliar la caída fiscal
El estallido de la burbuja inmobiliaria ha supuesto un fuerte recorte de ingresos a travíés de impuestos para la administraciones, lo que les ha obligado a recurrir a la banca para paliar esta caída fiscal. Los expertos auguran que, al menos, durante este ejercicio seguirá imponiíéndose esta tendencia.
Por entidades, la alegría con las administraciones públicas va por barrios. El banco que más a incrementado la financiación al sector público ha sido Bankinter, con un crecimiento del 446%, hasta los 213 millones de euros. En la presentación de resultados del pasado enero, el consejero delegado de la entidad, Jaime Echegoyen, explicó que el sector público es el único que ahora solicita financiación. Sus cifras de este año contrastan con las de 2008, cuando fue el que más restringió grifo crediticio a la Administración, con una caída del saldo total del 35%, hasta los 39 millones.
Lo contrario sucede este año en Banco Popular. Si en 2008 su saldo de críédito al sector público aumentaba más de un 330%, este año ha caído más de un 48%, hasta los 289 millones de euros. Desde la entidad explican que esta partida sufre muchas fluctuaciones a lo largo del año y que el volumen es muy poco apreciable dentro de su cartera crediticia total, que supera los 97.000 millones de euros.
Un nicho de mercado
Excepto Popular, todas las grandes entidades españolas han crecido más de un 20% este año en críédito a las administraciones públicas. Algunas entidades como La Caixa han visto un negocio en el segmento institucional y cuenta con oficinas especializadas para este tipo de clientes, ya que la previsión es que la demanda de críédito por la Administración siga creciendo.
Las perspectivas para el críédito a familias y empresas no son buenas. Las principales entidades españolas han argumentado que existe una falta generalizada de demanda de financiación debido al parón de la economía. El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, ha señalado que el críédito seguirá restringiíéndose en línea con el PIB durante este año.
Con todo, los expertos creen que es muy difícil que se vuelvan a registrar tasas de crecimiento del críédito superiores al 20% como sucedía antes de la crisis.
Clientes lentos pero seguros a la hora de pagar
La mora del sector financiero sigue al alza (casi un 5% en noviembre) y los expertos auguran que continuará en esta tendencia este año, hasta que toque techo al final del ejercicio. La previsión es que la tasa llegue a su máximo en el entorno del 7%, según los especialistas. En cambio, la morosidad del sector público es muy bajo, de apenas el 0,2%, lo que se asemejaa la tasa que tenía el sector privado antes de que estallase la crisis a mediados de 2007, un porcentaje residual. Esto es así porque el sector público siempre paga, aunque se suele retrasar más de lo común en la devolución de críéditos se.
De hecho, la normativa del Banco de España califica la concesión de críédito a las administraciones públicas como operaciones de bajo riesgo. Este hecho explicaría por quíé el comportamiento del críédito a familias y empresas y el de la Administración haya tomado caminos opuestos durante la crisis. El riesgo de impago en un críédito al sector público se reduce mucho, lo que explicaría su auge en los últimos dos ejercicios.
Sin embargo, los bancos se quejan de que, debido a la situación macroeconómica, hay escasez de demanda solvente para financiar a las empresas y familias españolas.
Las previsiones sobre impagos de la actividad empresarial, que elaboran las firmas especializadas Gesif y Axesor, indican que la morosidad de bancos y cajas alcanzará los 90.000 millones de euros el próximo marzo. Esta cifra representa el 9% del Producto Interior Bruto (PIB) y supondrá que en los primeros meses de este año la tasa de mora del conjunto de entidades financieras se eleve al 5,49%.