El vudú es una variante compleja del animismo, la creencia en que espíritus habitan en diversos objetos o personas. Tuvo su origen en ífrica occidental, pero con el tráfico de esclavos hacia Amíérica (que comenzaron a llegar a Haití en 1517) se fusionó con elementos del cristianismo y con otras religiones. Los colonizadores prohibieron el vudú ya que otorgaba un rasgo común que unía a los esclavos, más allá de sus diversas procedencias. Pese a esto, su práctica siempre se mantuvo, aún en secreto.
La dictadura de los Duvalier (1957-1986) transformó al vudú en la religión oficial de Haití y lo utilizó como una herramienta de control sobre el pueblo. Es que, de acuerdo a la creencia, quienes manejan las artes del vudú y pueden entablar comunicación con los seres supremos y espíritus (Loas y loas), adquieren un poder que los habilita para resucitar a los muertos y dominarlos (los famosos zombies), por ejemplo. Hay dos tipos de zombi: cuerpos muertos sin almas, y almas sin cuerpo. Los sacerdotes involucrados en magia negra (brujería maligna) pueden capturar el alma de las personas. Tambiíén pueden causar daño a cualquier persona a travíés de muñecos, que son pinchados con alfileres.