La supuesta investigación del CNI sobre una posible conspiración internacional para atacar a los activos españoles en los mercados a raíz de la crisis de la deuda de Grecia ha provocado la perplejidad, cuando no la hilaridad, de analistas y medios de comunicación internacionales. UBS ha sido el más crítico, al señalar que esto es una "caza de brujas al estilo McCarthy" y que los problemas de España vienen de causas muy definidas, no de ninguna conspiración. El Financial Times tambiíén ha aprovechado la circunstancia para retomar sus ataques habituales a nuestro país.
El banco suizo es especialmente duro al señalar las causas que han llevado a la crisis actual de nuestro país y a los ataques de los inversores contra nuestros activos. En una nota publicada ayer, su analista Paul Donovan asegura que "España ha sido víctima de su pertenencia a una unión monetaria inapropiada y de un mercado inmobiliario que era un esquema Ponzi (fraude piramidal)".
Estas acusaciones han sido compartidas desde hace tiempo por varios economistas, tambiíén españoles. Esta corriente critica nuestra entrada en el euro porque supuso renunciar a nuestra arma tradicional para salir de las crisis (la devaluación de la divisa) y a la soberanía en política monetaria y, en buena medida, en la fiscal. De tal modo que la única vía de ajuste en caso de crisis es una caída de los costes de producción -principalmente los salarios- y el aumento del desempleo. Que es lo que estamos viendo desde hace casi dos años.
Respecto al mercado inmobiliario, el calificativo de fraude piramidal hace referencia a que la forma de ganar dinero era que siguiera entrando gente en el mercado pagando precios cada vez más altos por unos pisos que valían mucho menos, de manera que los primeros que compraban obtenían rentabilidad gracias a lo que pagaban los últimos. Este esquema, que es en el que se basaba el fraude de Madoff, en realidad se da en todas las burbujas, puesto que cuando los activos superan con creces cualquier valoración racional -como en el caso del ladrillo español- la subida de precios sólo se sostiene con la continua entrada de nuevos inversores que confían en que siempre habrá alguien dispuesto a pagar más que ellos.
La supuesta investigación de un posible ataque concertado de especuladores y medios de comunicación internacionales fue publicada por el periódico El País el domingo. Esta 'teoría de la conspiración' ya fue enunciada por el ministro de Fomento, Josíé Blanco, en unas declaraciones en las que aseguraba que "nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluidos los editoriales de periódicos extranjeros, es casual o inocente", y llegaba a hablar de "maniobras un tanto turbias". Sin embargo, el secretario de Estado de Economía, Josíé Manuel Campa, le contradijo poco despuíés al afirmar que "no hay conspiración".
El FT se burla de la conspiración
El Financial Times prefirió ayer la sorna a la crítica, al igual que hizo cuando se rió de la importancia desmesurada concedida por el Gobierno y los medios españoles a la visita de la vicepresidenta Elena Salgado a su redacción. En un post titulado 'La Inquisición española', su comentarista Neil Hume -despuíés de decir que se va a poner el chubasquero- afirma que "los niveles de delirio y paranoia en España están alcanzando niveles peligrosamente altos".
Hume se pregunta quíé quiere decir El País cuando alude a que puede haber "algo más" detrás de la campaña contra España. "¿Seguro que no está insinuando que los medios en Reino Unido y EEUU están conspirando con los malvados especuladores internacionales para llevar a España a la ruina?". "Tristemente, la respuesta parece ser sí".
Este comentarista añade que, por supuesto, el FT es el líder de este violento ayaque contra "la pobre e indefensa España, que -dejíémoslo claro- NO TIENE NINGíšN PROBLEMA ECONí“MICO EN ABSOLUTO (Eso es para el CNI, por si nos están escuchando)" (las mayúsculas son del original). Y acaba con otro chascarrillo: "Nos están registrando la oficina en busca de micrófonos ocultos en este momento".