Niño Becerra reitera que el crash no ha hecho más que empezar
Fuente: El Economista
Los Gobiernos de todo el mundo insisten en el mensaje de que lo peor de la crisis ya ha pasado y que 2010 será el año en el que comience la recuperación. Algunos indicadores económicos ya apuntan en esta dirección. Sin embargo, el economista Santiago Niño Becerra mantiene su teoría de que la verdadera crisis estallará este ejercicio. Niño Becerra augura la desaparición de la clase media tal y como la conocemos; "con la recuperación, ya no serán necesarios"
Este catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramon Llull sigue manteniendo lo que ya había apuntado desde meses atrás en el libro El crash del 2010: que la economía mundial se encuentra en el principio de una "crisis sistíémica fruto del agotamiento de un modo de hacer que dará origen a un nuevo modo de funcionamiento" y que el actual año "constituye la frontera". "Lo ocurrido hasta ahora es sólo la antesala de lo que está por llegar", sigue advirtiendo.
Las principales economías del mundo, como la de Estados Unidos, Alemania, Japón o Reino Unido ya han salido de la recesión, y en el caso estadounidense su Producto Interior Bruto (PIB) muestra un sorprendente ritmo de crecimiento del 5,7% anualizado en el cuarto trimestre de 2009 con una tasa de paro que comienza a bajar.
Menos críédito y más paro
Todas estas señales, interpretadas como positivas por Gobiernos y analistas no han hecho cambiar ni un ápice la postura de Niño Becerra. "Para las empresas, el 2010 supondrá unas mayores dificultades (mucho mayores) a la hora de obtener financiación, debido a una creciente percepción de impago posible por parte de las agencias de calificación y de las propias entidades financieras, lo que les llevará a restringir el críédito en cualquiera de sus formas", escribe en un artículo publicado hoy en El País.
Este economista considera "muy preocupante" y tambiíén otro motivo para una restricción todavía mayor del críédito "la propia deuda de las entidades financieras (410.000 millones de euros es la que las españolas deberán atender entre 2010 y 2012)".
Niño Becerra explica que a lo largo de 2010, "esas menores o más difíciles posibilidades de financiación para las empresas se traducirán en una ocupación decreciente, es decir, en un desempleo al alza", lo que traerá como consecuencias "rentas decrecientes por congelaciones salariales y por reducción de los beneficios empresariales".
Fin de los estímulos
Otro de los problemas que aparecerán en 2010, según este catedrático, será el final de los estímulos económicos de los estados, lo que "verdaderamente ha posibilitado la recuperación habida en el segundo semestre del 2009". Niño Becerra cree que esto ocurrirá porque "la propia capacidad de endeudamiento de los Estados (al menos en su forma actual) ha llegado a su fin (el caso de Grecia ha sido la primera manifestación)".
En cuanto a España, para 2010 estima que el PIB experimentará una tasa de variación de entre el -4,4% y el -4,2%, con una tasa de desempleo que se situará entre el 22,0% y el 23,0% de la población activa, "y ello sin considerar ni el desempleo encubierto ni el subempleo".
Unas cifras mucho peores que las previstas por el Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero. El Ejecutivo espera una caída del PIB del 0,3% para este año, pero un incremento paulatino de la actividad económica en 2011 (+1,8%), 2012 (+2,9%) y 2013 (+3,1%), y una tasa de paro del 19% en 2010, que se reducirá al 18,4% en 2011, al 17% en 2012 y al 15,5% en 2013.