El ministerio de Justicia de Brasil resolvió multar a la aerolínea TAM con 1,948 millones de reales (poco más de un millón de dólares) por incumplir las normas que regulan el servicio de atención telefónica.
La resolución, publicada por el departamento de Protección y Defensa del Consumidor (DPDC) en el Diario Oficial de la Unión, se justifica por el tiempo de espera de los usuarios antes de ser atendidos y por no existir las opciones de “cancelación†y “reclamación".
Según el DPDC, la media del tiempo de espera de los clientes que llaman al centro de atención telefónica de la aerolínea supera los tres minutos, cuando el ordenamiento brasileño establece que no puede sobrepasar los 60 segundos. Además, cuando un usuario llama entre las diferentes opciones que propone la centralita no está la de cancelar un billete ni la de reclamar por alguna incidencia.
La alta cuantía de la sanción aparece justificada por “la gravedad y la extensión de la lesión provocada a millares de consumidores en todo el país, las ventajas obtenidas y las condiciones económicas de la empresa".