Las cáscaras de frutas, sobre todo de naranjas, y los papeles de diario podrían usarse para producir combustible de etanol, reveló un estudio publicado por la revista Plant Biotechnology Journal.
Ese tipo de combustible que usarían los vehículos del futuro es más limpio que el etanol derivado del maíz, el cual es más contaminante que la gasolina, indicó el estudio realizado por Henry Daniell, científico de la Universidad Central de Florida.
Su uso marcaría “un punto de inflexión despuíés del cual los vehículos podrían usar este tipo de combustible de manera habitual para proteger el aire y el ambiente de futuras generacionesâ€, indicó Daniell.
La tíécnica, desarrollada con la financiación del Departamento de Agricultura de EE.UU., utiliza una combinación de enzimas para transformar las cáscaras de naranja y otros materiales de desecho en azúcar, que es fermentado para su conversión en etanol.
Ese etanol, según el informe del estudio, produce menos gases invernadero que la gasolina o la electricidad. Añade que la abundancia de desechos de ese tipo es amplia y podría usarse sin reducir el suministro alimentario del mundo o impulsar un alza de sus precios.
Sólo en la Florida, según Daniell, se podrían crear 200 millones de galones (cada galón igual a 3,75 litros) de etanol cada año a partir de las cáscaras de naranja.
Daniell aclara que las conclusiones de su estudio precisan mayores investigaciones antes de que se piense sacar el míétodo del laboratorio para llevarlo al mercado.
Sin embargo, otros científicos que realizan investigaciones sobre biocombustibles indican que los resultados conseguidos por Daniell son prometedores.
“Se trata de un gran logroâ€, indicó Mariam Sticklen, profesora de ciencias de la Universidad de Michigan, que en 2008 recibió un galardón internacional por sus estudios de una enzima del estómago de las vacas que podrían ayudar a convertir la planta del maíz en combustible.