Iberia, la mayor línea aíérea española, encara la recta final del proceso de fusión con British Airways con una pesada carga sobre sus espaldas. La aerolínea, que cerrará el pacto con la británica en las próximas semanas, rompió el año pasado con una racha de trece ejercicios seguidos de beneficios por el impacto de la caída del tráfico en su cuenta de resultados.
La aerolínea registró unas píérdidas netas de 233 millones de euros en 2009, según el consenso de analistas facilitado por FactSet. Esta cifra contrasta con unos beneficios de 33 millones en 2008, cuando la crisis comenzó a hacer mella en el sector, y con los 327 millones de ganancias de 2007, uno de los mejores años de la compañía.
La esperada unión
Iberia publicará sus cuentas anuales de 2009 este jueves, un día despuíés de ser aprobadas por el consejo de administración en su reunión ordinaria.
El máximo órgano de gestión de la compañía tambiíén debatirá la marcha del proceso de unión con British. Antes de abandonar Iberia, Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid, apuntó que para el día de San Josíé (19 de marzo) habría unión con British.
Cuando las empresas comunicaron el preacuerdo el 12 de noviembre, señalaron el primer trimestre como la fecha probable para cerrar el pacto.
La mejor prueba de que la fusión está a la vuelta de la esquina es que Iberia celebró un consejo extraordinario hace diez días para dar entrada a Rodrigo Rato, nuevo primer ejecutivo de Caja Madrid, como vicepresidente en sustitución de Blesa. De esta forma, Rato estará en la foto final del proceso de creación de la nueva aerolínea en la que tendrá mucho que decir, ya que la entidad madrileña será el primer accionista de la sociedad resultante con el 12% del capital.
Sea cuál sea el día elegido para poner punto y final a más de un año y medio de negociaciones, Iberia se unirá a su socio británico en un momento muy delicado. Sus ventas retrocedieron el año pasado un 17%, hasta 4.487 millones de euros. El ebitda (resultado bruto de explotación) fue negativo en 195 millones de euros, según el consenso de los analistas.
La línea aíérea, que se ha visto forzada a suspender el pago de dividendo, perdió más de 50 millones de euros en el cuarto trimestre del año.
Menos demanda
Iberia ha cerrado uno de sus ejercicios más complicados, marcado por el fuerte descenso de la demanda, un 6,2% entre enero y diciembre, y un retroceso del factor de ocupación de sus aviones de 0,2 puntos porcentuales, hasta el 79,8%.
Además de la recesión económica, que ha reducido los viajes turísticos y de negocios afectando a la clase business, la más rentable, Iberia ha sufrido la competencia del AVE en la ruta entre Madrid-Barcelona, la joya del grupo.
Para llenar los aviones, la aerolínea ha rebajado los precios (un 12% menos en los nueve primeros meses del año pasado), lo que ha impactado en el ingreso medio por viajero.
Lo más positivo para la línea aíérea presidida por Antonio Vázquez es que la demanda de sus billetes empieza a dar los primeros síntomas de recuperación. En enero, creció 1,8%. El factor de ocupación se disparó en 5,9 puntos porcentuales, hasta un 80%, el nivel más alto en ese periodo en la historia de la compañía.
«Estas subidas confirman la recuperación de la demanda, si bien las variaciones interanuales se ven parcialmente favorecidas por la debilidad de los datos de enero de 2009», señala la aerolínea española.
Iberia tambiíén se está beneficiando del cierre de Air Comet el pasado 21 de diciembre, que ha fortalecido aún más su posición de dominio en las rutas entre España y Amíérica Latina. La compañía está aumentando desde enero sus frecuencias a Lima, Buenos Aires, Bogotá, Quito y La Habana, destinos en los que competía la filial del grupo Marsans.
La recuperación, sin embargo, será lenta. A juicio de los analistas, Iberia registrará, de nuevo, píérdidas en 2010 (17 millones de euros) y no será hasta 2011, previsiblemente unida a British Airways, cuando vuelva a registrar beneficios.