La intención del Banco de España de elevar hasta el 30% las provisiones que los bancos deben dotar por los activos inmobiliarios que han comprado o adjudicado puede provocar un verdadero descosido en las cuentas de la banca mediana. El impacto de la medida sería superior al 30% del beneficio antes de impuestos estimado para 2010 de cuatro bancos medianos españoles: Popular, Banesto, Sabadell y Pastor. Bankinter se libraría por los escasos ladrillos de su balance, y los dos grandes, por la dilución de íéstos en el ocíéano que son los activos de Santander y BBVA.
Según un análisis del broker BPI, el impacto de ese 10% adicional que habría que provisionar -hasta ahora, hay que provisionar un 10% al adjudicarse el activo y otro 10% al cabo de un año, es decir, un 20%- se desglosaría así: 274 millones en el caso de Popular, el 29% de su beneficio bruto estimado para este año; 227 millones para Banesto, 30% de su resultado; 183 millones para Sabadell, el 36% del beneficio; y 90 millones en el caso de Pastor, que se lleva la palma con el 77% del beneficio previsto.
En el caso del Santander, la cuantía a la que ascendería la provisión sería de 610 millones, el 5% de su beneficio previsto para 2010. En BBVA el impacto sería mucho menor por los escasos activos inmobiliarios declarados: 227 millones, el 3% de su resultado. Finalmente, Bankinter tendría que provisionar únicamente 30 millones, el 8% de su resultado.
Ahora bien, se trata de una estimación lineal, que no tiene en cuenta las provisiones geníéricas que tiene cada entidad -y que pueden usar para aminorar este impacto sobre la cuenta de resultados- ni que, en algunos casos, ya han provisionado los porcentajes que ahora serán obligatorios.
Algunos ya lo han provisionado
Así, BPI reconoce que "según los datos de los resultados de 2009, BBVA ya ha constituido provisiones por el 32% del valor de los activos inmobiliarios que posee, por lo que esta regla no tendrá impacto en el banco; y Santander tambiíén tiene una cobertura superior al 30%, aunque no ha revelado las cifras exactas". El Sabadell asegura haber provisionado por encima del 30% en el caso del suelo (urbanizado y sin urbanizar).
Más allá de los casos concretos, este broker considera que el endurecimiento de la norma del Banco de España es negativo para el conjunto del sector porque "añadiría una mayor presión sobre los beneficios de los bancos españoles", aparte de generar incertidumbre porque se trata de la segunda elevación de las provisiones sobre los activos inmobiliarios en menos de seis meses (la norma del 20% se hizo efectiva en septiembre).
La nueva elevación hasta el 30% ya se planteó en noviembre, aunque en las últimas semanas varios medios han insistido en la inminencia de la medida. No obstante, algunos bancos niegan haber sido consultados por el Banco de España a este respecto. En teoría, el objetivo del gobernador Miguel íngel Fernández Ordóñez es desincentivar la práctica masiva de las entidades de quedarse con ladrillos para evitar que crezca la morosidad, así como motivarlas a que vendan esos activos en vez de aguantarlos en balance, aunque para ello tengan que ofrecer grandes descuentos.
Hacer bajar la vivienda... y fusionar cajas
Detrás de estas intenciones subyace la teoría, compartida por la mayoría de los analistas internacionales y muchos españoles, de que la única salida posible a la crisis es una caída del precio de la vivienda desde los niveles disparatados de la burbuja hasta valores razonables. Y dado que la banca se ha convertido en la mayor inmobiliaria del país a base de 'comerse' ladrillos para contener la morosidad, son las entidades las que deben aceptar la bajada de precios con la píérdida correspondiente.
El análisis de BPI se centra en los bancos cotizados, pero El Confidencial ya explicó en noviembre que esta medida pretende hacer daño a muchas cajas pequeñas para obligarlas a fusionarse, ante la falta de autoridad del Banco de España y del FROB para imponer estas uniones por las buenas. De hecho, la iniciativa puede suponer una catástrofe para las entidades más pequeñas o más 'enladrilladas'.
"Esto va a crujira muchos, porque -quien más, quien menos- todo el mundo tiene comomínimo 1.000 millones en inmuebles. Y provisionar una cantidad quepuede llegar a 100 millones en 2009 y otros 100 en 2010 puede acabar con los beneficios de bastante gente y abocarla a las píérdidas", opinan en una entidad.
