La Fed intenta anular el gol
Un servidor aún recuerda el mundial del naranjito en España con cariño, en el año 1982. Tenía entonces 22 años, y andaba soltero, sin achaques de salud y con el mundo por montera, siempre medio enamorado de la chica de turno.
En aquellos días de devaneos juveniles y fútbol, y donde nuestra selección para variar nos dio el disgusto de turno, hubo una aníécdota extraña. En el partido Francia- Kuwait, cuando la selección de Kuwait iba ya perdiendo el partido, jugada de peligro, suena un silbato desde la grada, despista a los jugadores y la selección francesa aprovecha el revuelo y marca el 3-1.
Era la puntilla para la díébil selección de Kuwait. Enardecido, el jeque Fahid Al Ahmad Al Sabah, hermano del cabeza de gobierno, montaba en cólera, saltaba al campo y se ponía a discutir con el árbitro alegando que o anulaba aquel gol o su equipo se retiraba. Increíble, pero más increíble aún fue que... el árbitro, Miroslav Stupar, de la Unión Soviíética, ¡anuló aquel gol al final!
Los jugadores de Kuwait, según contaron los periódicos de entonces, se habían pasado dos años concentrados antes de la cita mundialista sin jugar en sus equipos y cobraron una fortuna en aquella íépoca por la clasificación. Uno de ellos se convirtió en propietario de las líneas aíéreas del país.
Una autoridad importante, aquel jeque, consiguió cambiar el curso de los acontecimientos de manera decisiva con aquella intervención. La Fed lo ha intentando igualmente esta semana con la misma pasión e intensidad que aquel jeque, creo que a la desesperada, pero no ha tenido tanta suerte. Ha intentando todo tipo de sortilegios, intervenciones medidas en momentos clave, manguerazos de liquidez, promesas de bajadas de tipos... pero se ha encontrado con un obstáculo: el miedo del sector financiero a la crisis de críédito. En el gráfico superior tenemos una prueba palpable del desplome de los bancos europeos, imparable, demoledor. Los bancos son demasiado importantes en los índices y mientras ellos no se den la vuelta no hay nada que hacer.
La clave de la semana que ha convertido en infructuosos los esfuerzos de la Fed, ha estado en un grave asunto que requiere toda nuestra atención y que en mi modesta opinión nos obliga a la máxima de las prudencias. Me refiero a los problemas de liquidez reconocidos por Bear Stearns el pasado viernes. Bear es un banco muy grande, y si fue capaz de bajar el 50% en algunos momentos de la sesión, va a dejar a las manos fuertes con un sentimiento de temor muy difícil de quitar, porque si cae Bear puede caer cualquiera. La Fed una vez más intentó anular el gol, con medidas de financiación pero esto es una crisis de liquidez y sobre todo una crisis de confianza.
Estamos en el nivel de mayor sentimiento negativo en la encuesta de Investors Intelligence desde octubre de 2002 , entonces supuso que el mercado dejara de caer, ahora si ni eso, ni las intervenciones de la Fed lo paran, podemos entrar en terra incognita bajista. El inversor prudente no tiene más remedio que seguir la tendencia, esta es bajista y no hay que ir jamás contra ella, sigue sin ser momento de complicaciones entrando en el mercado bursátil.
Cárpatos
