Los directivos de Unión Fenosa que dejaron el año pasado el grupo tras la formalización de la compra por parte de Gas Natural se fueron con el zurrón lleno. Los ejecutivos de la elíéctrica gallega se llevaron 329 millones de euros, de los cuales 70 fueron plusvalías por unas opciones sobre acciones aprobadas el día antes al anuncio del acuerdo entre ACS y la empresa catalana para la venta de Fenosa.
En concreto, el consejo de administración comunicó el 21 de julio de 2008 la puesta en marcha de un plan de stock options por 18,28 millones de acciones de Fenosa. Un día despuíés, Gas Natural hacía público su acuerdo con Florentino Píérez para la venta del 45% de Fenosa en manos de ACS. La gasista pagó 18,10 euros por acción, cuando en el mercado se cambiaban a 14.
El plazo para ejecutar dichas opciones sobre acciones empezaba en 2011 y se prolongaba hasta 2013. Con dos salvedades. Que hubiera una Oferta Pública de Adquisición (OPA) y que la compañía fuera excluida de bolsa. Dicho y hecho. El plan se aprueba el 21 de julio y el anuncio de la futura OPA se hace el 22 de ese mismo mes de 2008.
La bonificación consistía en la entrega de 18,28 millones de acciones, cuyo precio de ejercicio era de 14,18 euros por acción. Los directivos de Fenosa ejecutaron dichas stock opticons apenas una semana despuíés de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobase la OPA de Gas Natural, el 18 de marzo de 2009. Fue durante las primeras semanas de abril, antes de que el grupo catalana participado por La Caixa y Repsol integrase los estados financieros de Fenosa, el 30 de abril.
Esa diferencia de escasas semanas es lo que ha llevado a que ese fastuoso plan de opciones sobre acciones haya quedado en el limbo. Gas Natural no ha incluido la ejecución de esos títulos en su informe sobre gobierno corporativo relativo a 2009. Y Fenosa, ya excluida de bolsa, tampoco lo notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores cuando sus ejecutivos convirtieron los títulos en dinero.
El importe de dicho plan asciende a 329 millones de euros, tomando como referencia el precio de la OPA, 18,10 euros por acción. De esa cantidad, los directivos se metieron al bolsillo 70 millones, ya que pagaron 14,18 euros por cada opción. Se trata por tanto del segundo mayor plan de stock option de la historia de España, tan solo superado por el que puso en marcha Banco Santander y que fue ejecutado por cerca de 500 millones. La diferencia entre uno y otro es que el del grupo financiero iba dirigido a 2.750 empleados y el de Fenosa tan solo a 92 directivos.
Es incluso más grande que el que está en vigor en ACS. La constructora aprobó una retribución extraordinaria similar en 2009 por 7,076 millones de títulos, que sus directivos ya empezaron a ejecutar parcialmente en 2009. A precios de mercado, esas acciones valen cerca de 225 millones de euros.
Pese a las escandalosas cifras, el plan de opciones sobre acciones de Fenosa es totalmente legal. Fue aprobado en la junta general de accionistas de abril de 2008, pero no se puso en marcha hasta el día de antes del acuerdo entre ACS y Gas Natural. El entonces presidente de Fenosa, Pedro López Jimíénez, hombre fuerte de Florentino Píérez, no era beneficiario de dicho plan, por lo que nunca tuvo prisa en desarrollarlo. Finalmente se hizo por la presión de todos los directivos, especialmente de Honorato López Isla, que se quedaron sin el anterior plan, ya que no pudieron ejecutarlo al estar la acción por debajo del precio de la opción. Temían que una vez lanzada la OPA, tampoco se hiciera efectivo el nuevo.
