Hay empresas que cambian de negocio. Y otras que no se reconocerían en un espejo. ACS, la mayor constructora española por capitalización en bolsa, invirtió más dinero en comprar acciones propias en bolsa durante el año pasado que en su sector original, el de la construcción, según recoge su cuenta de resultados.
En concreto, el grupo compró autocartera por valor de 466 millones de euros frente a los 408 millones que invirtió en construcción, principalmente, en la compra de tres compañías en en EEUU (Piccone, Pulice) y Polonia (Pol Aqua).
La compañía anunció ayer unos beneficios anuales de 1.952 millones de euros, un 8,1% más que el ejercicio anterior, impulsado por la venta de Unión Fenosa. La partida bursátil volvió a superar en inversión a la realizada en otras áreas tradicionales de ACS como las concesiones (253 millones).
La cifra queda lejos de los 1.283 millones que destinó a distintos proyectos de energías renovables, la prioridad de la empresa que preside durante 2009 y desde que se embarcó en la aventura energíética en 2005 con su entrada en Fenosa, primero, y en Iberdrola un año más tarde.
ACS se ha convertido en la compañía más activa en el uso de autocartera en los últimos años. Compró y amortizó acciones equivalentes al 10% del capital durante 2008, valoradas en más de 1.300 millones. En 2009, la constructora amortizó otro 1,2% del capital por otros 100 millones y al cierre del pasado 2009 volvió a reconstruir su autocartera hasta el 3,1% en compras realizadas durante el último trimestre.
En total, ACS ha adquirido el 14,3% de su propio capital en dos años y ha destruido -amortizado- el 11,2% de estos títulos. La constructora, que ostenta el ríécord del autocarterismo en la bolsa española, ha desembolsado con cargo a resultados unos 1.600 millones por hacerse con el citado 14,3% en bolsa. Esta freníética actividad ha tenido un doble efecto para la compañía y sus accionistas.
Primero, elevando la participación de sus principales socios, que sin comprar más títulos, han visto como se incrementaba sus porcentajes fruto de la destrucción (amortización) de acciones de la sociedad. Es el caso de Corporación Financiera Alba (familia March), Alberto Cortina, Alberto Alcocer y Florentino Píérez, nucleo duro que ronda el 50% de la propiedad desde finales de 2008. Por otro, aumentando el beneficio por acción aumentó un 15,6%, hasta alcanzar los 6,28 euros, por efecto "de los resultados del año como por la adquisición de acciones propias y sucesivas amortizaciones de capital realizadas", admite la empresa.
Sin embargo, la actividad del autocarterismo tambiíén tuvo sus efectos secundarios. El endeudamiento neto total del Grupo ACS a cierre de 2009 ascendía a 9.271 millones de euros, prácticamente el mismo que en 2008 a pesar del desapalancamiento producido por la venta de Fenosa. La deuda con recurso -que se apoya en activos concretos- ascendía a 302 millones de euros, mientras que la deuda neta sin recurso se situaba en los 8.969 millones de euros.
"Del total de la deuda sin recurso, 3.741 millones de euros provienen de la financiación de proyectos concesionales. El resto, 5.228 millones de euros corresponden a la deuda de los vehículos utilizados para la adquisición del 30% de las acciones de Hochtief y del 12% de las acciones de Iberdrola (...) El valor de mercado a finales de 2009 de nuestras participaciones en las empresas cotizadas en bolsa ascendía a 8.186 millones de euros", explica la constructora.
