La fortuna más dulce del mundo: Pietro Ferrero amasa un patrimonio de 7.170 millones
Pietro Ferrero suele pasearse en bicicleta por las calles que suben y bajan por estas colinas. Tiene 45 años y lleva el apellido del abuelo, el inventor de la crema de chocolate con avellanas que, en 1964, se convirtió en Nutella. Hoy es, en esta familia que tambiíén da vida a Ferrero Rocher y Kinder, el hombre del producto y de la innovación.
Tambiíén por esta razón es la persona que manda más en la localidad de Alba. Su padre, Michele, que transformó la empresa en la primera multinacional a gran escala -de Alba a los mercados internacionales, cuando las palabras global y local ni siquiera existían- se ha convertido, en la clasificación de Forbes, en el italiano más rico.
7.170 millones de euros
"Michele Ferrero and family" decía la revista americana, con un patrimonio de 7.170 millones de euros (652.200 más que el año pasado), se sitúa en el puesto número 62 del mundo.
Michele, a sus 83 años, vive sobre todo en el extranjero, pero cuando regresa a Alba, rodeado de un halo de misterio y discreción, se le puede ver yendo en su coche a la ciudad y a la fábrica situada en las orillas del río Tanaro. Si lo encuentran por la calle, sus empleados lo saludan en el dialecto local y íél se para, a menudo, a hablar con ellos.
Retrato de los Ferrero
En la actitud, muy piamontesa, ni presidencialista ni ostentosa sino afectuosamente familiar y un poco distante, de los miembros de la familia Ferrero, reside el rasgo distintivo de una historia de capitalismo familiar que, partiendo de esta zona perifíérica del Piamonte, ha alcanzado una facturación consolidada que, en el ejercicio 2005-2006 (el último con datos disponibles), alcanzó los 5.600 millones de euros, gracias a la actividad de 15 fábricas y 19.600 empleados. Ferrero es uno de los cinco principales operadores del universo de los dulces cuyos ingresos son inferiores a los de Nestlíé, el principal operador del sector.
Los Ferrero se dividen entre Bruselas, Mónaco, Capo Ferrat y Alba. Domicilios dispersos, espejo existencial de un negocio al mismo tiempo cosmopolita y profundamente enraizado en el Piamonte. Aquí es donde toda la familia se reúne dos veces al año: el 29 de junio, por la fiesta de San Pedro y San Pablo, cuando con una misa en la catedral son recordados el fundador de la empresa, Pietro, su mujer Piera y su hermano menor Giovanni (el que desarrolló la red comercial), así como unos días antes de Navidad, con motivo de la convención empresarial que reúne a todos los empleados.
El hermano menor
En íéstas, como en otras ocasiones, se les puede ver en el restaurante Piazza Duomo de los hermanos Ceretto o en el Ciau Tornavento de Treiso.
Hoy, además de Pietro, hay otro hermano menor, Giovanni al frente del grupo familiar. Ambos son los encargados de dirigir esta gerencia tan articulada. Giovanni reside poco tiempo al año en la ciudad piamontesa a causa del trabajo que realiza en el grupo. Es el encargado del seguimiento de la parte comercial de la empresa en todo el mundo.
Pietro está a menudo en Alba, donde se encuentran las líneas productivas (en expansión, con 35.000 metros cuadrados en construcción) y la Soremartec, la empresa especializada en investigación, innovación y desarrollo, cuya nueva sede se inauguró en septiembre de 2006.
Apostar por lo propio
Los nuevos productos, pues, ven la luz aquí, en Italia. Y aquí trabajan cerca de 5.000 empleados directos. Alba conserva tambiíén una parte importante del nuevo centro informático. Por lo tanto, en la ramificación empresarial que parte del Piamonte, esta pequeña ciudad mantiene las funciones industriales e innovadoras esenciales, además del control del "sistema nervioso" electrónico, fundamental en un organismo tan complejo.
El impacto sobre el terreno de una empresa de estas dimensiones es significativo. Y se observa fácilmente en el caso de la nueva central de metano de 50 megavatios, que funciona al lado de la empresa y cuya energía es utilizada en parte por la Ferrero y en parte es destinada a la venta en el mercado.
Actividades sociales
La Fundación Ferrero tambiíén realiza toda una serie de actividades dirigidas directamente a sus empleados: una pequeña seguridad social de empresa que abarca desde el tiempo libre a la asistencia sanitaria, pasando por el deporte. Está tambiíén en marcha el proyecto de abrir una guardería.
La presencia del gigante Ferrero se nota en toda la ciudad de Alba y está encarnada por la figura de Maria Franca, la mujer de Michele, que sigue en primera persona y con continuidad todas las actividades de la empresa con repercusiones en la zona.
Flota de autobuses
Por ejemplo, Maria Franca puso en marcha una flota de autobuses de la empresa, que recogen y dejan en sus casas a los empleados, convirtiendo la ciudad en un lugar de bienestar, con industria, pero tambiíén con olor a viñedos. Evitó la excesiva urbanización de una ciudad en las faldas de las colinas de Beppe Fenoglio que, con sus 31.000 habitantes, es hoy una de las más tranquilas, para degustar vinos, cremas y chocolates exquisitos.
La Ferrero sigue siendo una de las primeras empresas en haber unido una dimensión internacional, de capilar presencia en los mercados extranjeros, a un enraizamiento local en un territorio con fuerte identidad.